Caso Clínico
30
mg/dL. Nitrógeno ureico 20 mg/dL. Gases venosos
pH 7,38, Bicarbonato 13,3 mmol/L. Lipasa y amilasa
116 y 80 UI/L, respectivamente. Alfa feto proteína:
20400 UI/mL (Tabla 1).
Se hospitaliza en Unidad de Tratamiento Intermedio
para manejo de probable hemorragia digestiva
alta variceal, sin embargo, endoscopia digestiva alta
posterior evidencia candidiasis esofágica extensa y várices
esofágicas sin sangrado. Ecografía de abdomen
muestra cambios morfológicos de cirrosis, con signos
de hipertensión portal (ascitis y esplenomegalia). Paracentesis
muestra líquido ascítico hemorrágico, con
354.000 eritrocitos y 936 leucocitos por mm3, 63%
mononucleares y 37% polimorfonucleares. Se maneja
con ceftriaxona endovenosa.
AngioTC de abdomen informa múltiples lesiones
focales hepáticas con características de CHC, y lesión
focal subcapsular en el lóbulo hepático derecho (compatible
con CHC) que muestra signos de sangrado
reciente, con coágulos en la cavidad peritoneal. Sin
evidencias de sangrado activo. Acentuada ascitis con
realce del peritoneo parietal, posiblemente en contexto
de irritación peritoneal. Lesión lítica del cuerpo vertebral
L2 (Figura 3A y 3B).
Hem ope ritone o - R. Sánchez G. et al.
Figura 2. A y B: TC abdomen y pelvis con contraste fase
arterial (A) y portal (B). Corte coronal. Se observa lesión focal
hepática de 7 cm en lóbulo hepático derecho con contenido
hemático en su interior y regiones hipodensas por depósito
adiposo. En el aspecto más cefálico de la lesión focal se identifica
una región puntiforme de marcado realce arterial que
corresponde a un mínimo foco de extravasación activa. C: TC
abdomen y pelvis con contraste. Corte axial. Se observa el
hepatocarcinoma, asociado a moderada ascitis supra e infra
mesocólica que en su aspecto subfrénico derecho presenta
mayor densidad que forma nivel hematocrito en la gotera
parietocólica derecha compatible con hemoascitis.
Dado condición del paciente y por decisión de
familiares se decide manejo médico, sin realizar embolización
para manejo de hemoperitoneo secundario
a CHC complicado, optando por cuidados paliativos.
Paciente fallece 3 semanas posterior al alta.
Discusión
La rotura espontánea del CHC con hemoperitoneo
secundario ocurre ocasionalmente, sin embargo, la
hemorragia intraperitoneal puede amenazar la vida alcanzando
tasas de mortalidad variables desde 6-70%,
constituyendo una urgencia vital4,10.
Su prevalencia fluctúa entre 3-15% de los casos,
con aparente menor incidencia en Occidente que en
países asiáticos11. El tamaño tumoral, antecedente de
cirrosis, función hepática deteriorada e inestabilidad
hemodinámica al ingreso, se asocian a mayor mortalidad
temprana5,6. Su síntoma principal es el dolor
abdominal, siendo éste el motivo de consulta en los
3 casos señalados, pudiéndose acompañar además
de distensión abdominal, náuseas, vómitos u otros
síntomas de abdomen agudo, seguido de repercusión
Gastroenterol. latinoam 2018; Vol 29, Nº 1: 27-32