Artículo de Revisión
Figura 2. Adaptado de Hernaez R, et al. Acute-on-chronic liver failure: an update. Gut
2017;66:541-536.
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Falla hep ática aguda s obre c rónica - G. Mezzano P.
vez más reconocida a nivel mundial, que traduce
el deterioro brusco de la función hepática sobre un
hígado cirrótico, ya sea por un daño hepático directo
u otro factor precipitante que conlleva la disfunción
grave y que se asocia a una elevada mortalidad a 28
días que puede variar entre 23 y 74%, dependiendo
del número de disfunción de órganos4-6 (Figura 1).
La prevalencia reportada de esta entidad en el estudio
CANONIC fue de 22,6% al ingreso con un incremento
de aproximadamente 10% en los siguientes 5
días3. Otros estudios en distintas poblaciones muestran
variaciones en su prevalencia entre 20-35%, lo que
refleja la importancia de su reconocimiento entre los
pacientes hospitalizados7-9.
Fisiopatología
La fisiopatología de este síndrome no es del todo
conocida, por lo que existen múltiples estudios en esta
línea. Según la evidencia actual, pareciera ser que la
inflamación presente en los pacientes con ACLF es la
característica principal de esta entidad, lo que se ve
reflejado en la presencia de un aumento de parámetros
inflamatorios (leucocitos y PCR) y citoquinas proinflamatorias
(IL-6, Il1b, IL-8)10,11.
Dentro de los inductores conocidos de la inflamación
se reconocen inductores endógenos y exógenos.
Los principales agentes exógenos son los microorganismos
bacterianos. La respuesta gatillada por estos
agentes está dada por la virulencia y además, por los
pathogen-associated molecular patterns (PAMPs);
señales moleculares únicas que se reconocen a través
de receptores llamados pattern-recognition receptors
(PRRs) los que al activarse inducen la transcripción de
una grupo de genes codificantes de inflamación como
citokinas, quemoquinas, entre otros6,12 (Figura 2).
Por otro lado, dentro de los inductores endógenos de
la respuesta inflamatoria se reconocen los productos
liberados de la necrosis celular o ruptura de la matriz
extracelular que inducen una respuesta inflamatoria
aséptica llamados danger-associated molecular patterns
(DAMPs)13,14.
De este modo, se postula que los pacientes con
ACLF presentan un estado inflamatorio exacerbado
producto de infecciones bacterianas, inflamación
aséptica o translocación bacteriana que se traduciría,
por un lado, en una importante disfunción circulatoria
y mala perfusión de órganos, y por otro, en una inflamación
sistémica grave con estrés oxidativo, necrosis
y daño microvascular, lo que llevaría a la falla de
órganos con la posible configuración de un ACLF15
(Figura 3).
Factores precipitantes
Los factores precipitantes de ACLF descritos en
la literatura varían ampliamente dependiendo de la
zona geográfica. Los factores más frecuentemente
Gastroenterol. latinoam 2018; Vol 29, Nº 1: 16-16-20
Figura 1. Representación gráfica de la evolución y mortalidad de las distintas entidades
clínicas FHA: falla hepática aguda, ACLF: falla hepática aguda sobre crónica y ESLD:
enfermedad hepática terminal. Adaptado de: Sarin et al. Nat Rev Gastroenterol Hepatol
2016;13:131-4912.
Figura 3. SIRS: systemic inflammatory response syndrome; CARS: compensatory
anti-inflammatory response syndrome. Adaptado de Jalan R et al. Journal of Hepatology
2012;57:1336-484.