Alta p revalencia de lesi ones p remalignas g ástricas y su ba ja c orrelaci ón c on halla zgos end osc ópic os - C. Contreras B. et al.
Artículo Original
13
el rendimiento diagnóstico. En la última década, el
desarrollo tecnológico de alta definición, la cromoscopia
electrónica y la magnificación endoscópica ha
desarrollado una nueva semiología endoscópica que
ha permitido predecir la infección por Helicobacter
pylori y el grado de inflamación en la mucosa gástrica29,30.
En un estudio que utilizó Narrow-Band Imaging
(NBI) y magnificación con endoscopios Olympus
se clasificaron los hallazgos endoscópicos en tipo 1 a
531. Tipo 1 corresponde a patrón regular de vénulas
colectoras; mientras que Tipo 2, a fositas cónicas, lo
que implica ausencia o inflamación leve de la mucosa.
Por otra parte, Tipo 3 (presencia de surcos), Tipo 4
(vidrio esmerilado) y Tipo 5 (patrón marrón y azul)
indican gastritis grave, atrofia o metaplasia. De los
pacientes con tipo de mucosa 1 y 2, 58 de 60 fueron
negativos para la infección por Helicobacter pylori (p
< 0,01). El valor predictivo positivo para la infección
por Helicobacter pylori del tipo de mucosa 3, 4 y 5
fue de 98,5% (p < 0,01). Aún más, estos últimos tipos
de mucosa tuvieron una alta correlación con un mayor
grado de inflamación de la mucosa de acuerdo a la
clasificación de Sydney (p < 0,01)31.
Esta alta correlación entre los hallazgos endoscópicos
y la infección por Helicobacter pylori también
fue encontrada en otro estudio donde se utilizó magnificación.
Se encontró que la presencia de vénulas
colectoras en el cuerpo gástrico tuvo una sensibilidad
de 93,8% y especificidad de 96,2% para predecir ausencia
de infección32.
El avance de estas técnicas incluso ha permitido
correlacionar la endoscopia de alta definición utilizando
cromoscopia electrónica y magnificación con el
grado de GCA y MI histológica según la clasificación
histológica de OLGA/OLGIM33. Saka y cols. (2015)
utilizaron los hallazgos endoscópicos de sustancia
opaca blanca y crestas azul claro en el antro y patrón
de criptas redondo, en hendidura y tubular en
el cuerpo para definir GCA/MI. Se clasificó el grado
endoscópico según OLGA/OLGIM en 5 etapas de 0 a
IV. El grado de correspondencia para cada uno de los
cinco grados histológicos fue de 69,1% para el antro
y en 72,7% para el cuerpo33.
La clasificación AB de Yagi para gastritis crónica
en el cuerpo fue creada utilizando NBI y magnificación29.
Define el grado B0 por la presencia de criptas
redondas homogéneas abiertas y presencia de red
capilar subepitelial en panal de abeja, con vénulas
colectoras. El grado B0 predice ausencia de infección
por Helicobacter pylori en más de 90% de los
casos y gastritis ausente o leve. El grado A1 y A2 se
caracteriza por patrón velloso y capilares enroscados
irregulares. Se correlacionan con GCA/MI cercano
a 100%29.
A pesar de la existencia de esta nueva semiología
endoscópica, aún no es posible validarla para evaluar
el riesgo de CG, siendo las BG por protocolo Sydney
la mejor herramienta disponible por ahora. El estudio
chileno de Latorre y cols.10 mostró un aumento de detección
de GCA de 20% a 52% (p < 0,001) utilizando
Protocolo Sydney versus BG convencionales. Rugge
y cols. (2017) siguieron a una cohorte de 1.755
pacientes estudiados con EDA y BG por Protocolo
Sydney, destacando la simpleza de uso y fiabilidad
de predicción de riesgo de CG de la clasificación
OLGA34. Las guías de Kyoto señalan que la endoscopia
convencional es una herramienta inadecuada para
el diagnóstico de GCA/MI, proponiendo evaluación
por Protocolo Sydney. Sin embargo, destacan el
futuro valor de la nueva semiología endoscópica en
el diagnóstico de lesiones premalignas y la toma de
biopsias dirigidas35.
En esta serie de pacientes se tomó BG por protocolo
Sydney en solo 12,5%. Se logró identificar a
aquellos con alto riesgo de CG, constituidos por un
5% de pacientes OLGA IV y OLGIM IV. Diagnosticarlos
permite realizar seguimiento anual mediante
endoscopia de vigilancia de CG. Esta se define por
la endoscopia realizada por endoscopista capacitado
en detección de CG incipiente, utilizando el mejor
endoscopio disponible, con un tiempo estimado de 30
a 45 min, asistido con preparación gástrica con simeticona
y mucolítico, usando cromoscopia electrónica
y con tinción de realce como índigo carmín8.
Aproximadamente la mitad de los pacientes se
clasificaron como OLGA 0 (53%) u OLGIM 0 (70%).
Identificar estos pacientes representa otra fortaleza
de las BG por Protocolo Sydney, ya que identifica un
grupo de pacientes de muy bajo riesgo de CG, lo que
asociado a ausencia de infección por Helicobacter
pylori y antecedente familiar de CG, permite excluirlos
de vigilancia endoscópica8.
En conclusión, los hallazgos endoscópicos resultaron
ser una fuente poco confiable de lesiones premalignas
gástricas en nuestra serie. La alta prevalencia
de GCA y MI justifica la toma sistemática de biopsias
por Protocolo Sydney, incluso en pacientes con apariencia
endoscópica normal. Tomando en cuenta la importancia
epidemiológica de CG en Chile, sugerimos
toma rutinaria de test de ureasa en todas las endoscopias
digestivas altas en pacientes menores de 50 años
y biopsias según Protocolo Sydney desde los 40 años.
Agradecimientos
A la Unidad de Endoscopia del Hospital Clínico de
la Universidad de Chile.
Gastroenterol. latinoam 2018; Vol 29, Nº 1: 9-15