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Patología Hepática S 66 Tratamient o de la Hepatiti s C en cirr osis - A. Ruiz S. et al. Figura 1. Algoritmo de elección del esquema terapéutico en pacientes con infección crónica por Hepatitis C (Genotipo 1 y 3) y Cirrosis (Adaptado de la Guía Clínica AUGE Manejo y tratamiento de la Infección crónica por Virus de la Hepatitis C (VHC). Julio, 2015). S e incluyen sólo esquemas de tratamiento de infección por genotipos 1 y 3 por constituir más del 95% de los infectados en Chile. Para otros genotipos se puede consultar la Guía GES. Abreviaciones: SOF: Sofosbuvir 400 mg día; DCV: Daclatasvir 60 mg día; ASV: Asunaprevir 100 mg cada 12 h; 3D: paritaprevir/ritonavir/ombitasvir 150/100/25 mg día + dasabuvir 250 mg cada 12 h; RBV: Ribavirina 1.000 mg día en < 75 kg/1.200 mg día en > 57 kg; PEG: peginterferón 2α o 2β; S MV: S imeprevir 150 mg día. te en la indicación de trasplante hepático por estas indicaciones7. El escenario de decidir el momento de tratar y trasplantar puede ser complejo. La reinfección viral post trasplante es universal y reduce la sobrevida del injerto14, por lo que el tratamiento pre trasplante tiene por objetivo prevenir la infección del hígado trasplantado y mejorar la función hepática pre trasplante (en pacientes con cirrosis descompensada) 10. Los pacientes con función hepática conservada (Child A), que tienen indicación de trasplante por hepatocarcinoma pueden ser tratados con todos los esquemas terapéuticos por períodos de 12 a 24 semanas10. Los pacientes cirróticos descompensados, con enfermedad avanzada (Child B, C), pueden recibir el esquema de sofosbuvir, daclatasvir y ribavirina por 12 semanas (24 semanas en genotipo 3), sin embargo, los datos de seguridad son limitados en pacientes con enfermedad muy grave (MELD > 20 o Child > 12 puntos), por lo que en este grupo debería considerarse la indicación de trasplante hepático antes de tratar10. Rol de la ribavirina en los esquemas terapéuticos actuales A pesar del advenimiento y resultados de los nuevos esquemas terapéuticos con AAD, la ribavirina sigue teniendo un rol significativo en muchos de ellos, donde su adición ha demostrado una potenciación del efecto antiviral que se traduce en un acortamiento de la terapia al 50% del período respecto a un régimen sin ribavirina10. En el contexto de pacientes cirróticos, la adición de ribavirina está indicada en todos los esquemas terapéuticos propuestos, a menos que exista contraindicación para su uso. Sin embargo, dado sus potenciales efectos adversos (principalmente anemia), los pacientes requieren un seguimiento estrecho para su reconocimiento y manejo, lo que muchas veces determina un ajuste de dosis. Gastroenterol. latinoam 2016; Vol 27, S upl Nº 1: S 64-S 68


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