Clasificaciones en Gastroenterología - Clasificación de Zargar: Ingestión de cáusticos

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Clasificaciones en Gastroenterología 126 Clasificación de Zargar: Ingestión de cáusticos Raúl Araya J.1, Miguel Montoro H.2, René Estay G.3 y Nelly Espinosa P.4 Zargar’s Classification Introducción La ingesta de cáusticos es un grave problema médico-social, a menudo con daño y consecuencias devastadoras e irreversibles sobre el esófago, estómago y duodeno1,2,4. Los niños, alcohólicos y adultos con perturbaciones mentales constituyen las poblaciones más vulnerables12-14. Sabemos que este daño puede ser por ingesta de álcalis o ácidos y se define como una intoxicación por cáusticos porque no sólo se produce una reacción o daño local, sino una serie de efectos sistémicos que requieren de evaluación y un tratamiento coordinado de equipos médicos y quirúrgicos, que incluyen otorrino, broncopulmonar, intensivistas y nutricionistas, además de gastroenterólogos y cirujanos con capacidad para efectuar un doble abordaje transtorácico y abdominal4,8,9. Esta situación ocurre por la errónea costumbre de mantener productos tóxicos al alcance de los niños (ingesta no intencionada y fortuita en la mayoría de ellos) y al desconocimiento del sufrimiento a que se expone el suicida cuando utiliza este procedimiento6,7. El 80% de la ingestión es en niños y es accidental, a diferencia del adulto, en que ocurre con intención suicida. Se ha estimado que de cada 180 consultas por 100.000 habitantes por intoxicaciones, el 14,6% corresponde a ingesta por cáusticos. En los países occidentales se ha informado una incidencia anual de 38,7 casos/100.000 habitantes y una mortalidad del 1-4%7,8. En Chile no se han publicado datos fidedignos de incidencia, prevalencia y necesidad de hospitalización, así como del manejo clínico y mortalidad. La mayoría de la información concerniente a la identificación, estadificación y manejo clínico de la ingestión de cáusticos se basa en series retrospectivas de casos y en la opinión de expertos8. Factores implicados en la gravedad del daño La ingestión de sustancias cáusticas produce un amplio espectro de lesiones en el tracto gastrointestinal alto, que oscilan desde formas leves y oligosintomáticas hasta formas graves; similar a un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica con falla de órganos 1Servicio de Gastroenterología y Endoscopia. Hospital Militar de Santiago, Chile. 2Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología, Universidad de Zaragoza, España. 3Servicio de Gastroenterología y Endoscopia. Hospital del Salvador y Clínica Santa María, Santiago, Chile. 4Servicio de Pediatría y Gastroenterología Pediátrica. Hospital Militar de Santiago, Chile. Recibido: 07 de mayo de 2016 Aceptado: 29 de mayo de 2016 Correspondencia a: Dr. Raúl Araya Jofré Hospital Militar, Santiago, Chile. Avda. Fernando Castillo Velasco 9100, La Reina, Santiago. Teléfono: 56-2- 3316872 Fax: 56-2-3317168 rarayajofre@gmail.com Gastroenterol. latinoam 2016; Vol 27, Nº 2: 126-129 y evolución fatal5,19. La extensión de la destrucción de tejido depende de la formulación química, tipo y concentración del agente corrosivo, el estado previo del tejido, la duración del contacto y la cantidad de sustancia ingerida2,4,11. En general, la ingesta accidental de ácidos suele ser de un menor volumen ya que provocan dolor inmediato, limitando la ingestión de grandes volúmenes. Además, por su textura menos viscosa es más frecuente que alcancen rápidamente el estómago, causando un mayor daño a este nivel. Los álcalis, sin embargo, tienen un mayor poder de penetración8,17,19, suelen dañar típicamente el esófago porque son soluciones inodoras, insípidas y de mayor viscosidad; ello determina que el volumen de la ingesta sea superior. Los agentes cáusticos con pH < de 2 o pH > de 12 rápidamente penetran las diferentes capas del esófago, produciendo úlceras y áreas necróticas con formación de escaras. Entre los sobrevivientes algunos desarrollarán complicaciones locales a medio y largo plazo, incluyendo la estenosis y el carcinoma12-16. Descripción y validación Numerosos informes coinciden en señalar la escasa sensibilidad de los síntomas y de los signos para predecir la intensidad de las lesiones17,18. De ahí que en las últimas décadas la endoscopia se haya convertido en el «patrón de oro» (gold standard) para estadificar la verdadera naturaleza de las lesiones y orientar el tratamiento, además de tratar algunas de las complicaciones locales19-21. La endoscopia digestiva alta evalúa con seguridad la profundidad, extensión del daño y permite planificar un adecuado plan terapéutico, se sugiere efectuarla no antes de 6 h, pero dentro de las 24-48 h siguientes a la ingesta. Adelantarse a este intervalo conlleva el riesgo de subestimar el verdadero alcance de las lesiones, propiciando errores en la planificación del tratamiento. Actualmente existe consenso en que la endoscopia pudiera no efectuarse cuando la ingestión ha sido accidental, de escaso volumen y se trata de un álcali débil o ácido de baja concentración. Estas condiciones se deben sumar a que el paciente esté asintomático y existan garantías de que acudirá a un centro de salud si empeora20-23.


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