Gastroenterología y algo más… - Entrevista a Dr. Roque Sáenz Fuenzalida, Presidente Sociedad Chilenade Gastroenterología (SCHGE) 1996-1998

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Gastroenterología y algo más… 119 Gastroenterol. latinoam 2016; Vol 27, Nº 2: 119-123 Entrevista a Dr. Roque Sáenz Fuenzalida, Presidente Sociedad Chilena de Gastroenterología (SCHGE) 1996-1998 Cristian Jiménez R.1 y Rodrigo Zapata L.2 Interview with Roque Sáenz, MD. President of the Chilean Society of Gastroenterology (SCHGE) 1996-1998 Figura 1. Dr. Roque Sáenz Fuenzalida. 1Periodista de la Sociedad Chilena de Gastroenterología. 2Gastroenterólogo, Clínica Alemana de Santiago y Hospital del Salvador, Universidad de Chile. Recibido: 5 de junio de 2016 Aceptado: 6 de junio 2016 Correspondencia a: Dr. Rodrigo Zapata Larraín Gastroenterología, Clínica Alemana, Santiago. Av. Manquehue Norte 1410, Vitacura, Santiago, Chile Teléfono: +56 2 22101111 rzapata@alemana.cl “Uno trabaja a hombros de gigantes” El doctor Roque Sáenz Fuenzalida, es una figura ampliamente reconocida en la gastroenterología nacional e internacional. Mezcla rara de español y huaso colchagüino, como el mismo se define, su personalidad lo lleva mucho más allá de la especialidad convirtiéndose en un profesional que no solo ha desarrollado la medicina, sino también un continuo e incesante trabajo en otros ámbitos como la historia, el arte, el estudio del origen de la lengua castellana y su amplio conocimiento de “Don Quijote de la Mancha”, escrita por Miguel de Cervantes y Saavedra. Casado con Paulina del Pilar Esposito Segura, el doctor Sáenz tiene tres hijos, Montserrat, Roque Xavier y Macarena, a quienes se suman tres nietos: Giulietta, Lourdes y Luca. De ascendencia española, los primeros pasos del doctor Sáenz, ocurren en la ciudad de San Fernando donde nació un 2 de noviembre de 1951 y de la cual fue nombrado “Hijo Ilustre” en su adultez. Su educación primara y secundaria las cursó en el Instituto San Fernando de los Hermanos Maristas, obteniendo las máximas calificaciones. Desde pequeño, Roque manifestó interés por distintas disciplinas lo cual se reflejaba en sus buenas notas. A modo de anécdota, recuerda que fue su inquietud por la historia, la que lo llevó a liderar una inédita medida para cambiar el formato de las clases que por entonces impartía un profesor, al que faltaba dominio del tema. “En el último año del colegio, era obligación cursar historia de Chile porque se incluía en el examen para entrar a la universidad y era un ítem importante”, explica el doctor Sáenz al mismo tiempo que señala que “el profesor que nos contrató el colegio no tenía conocimientos suficientes a nuestro entender y solicitamos un cambio, pero a esa altura fue imposible conseguir un profesor adecuado”, agregando que en esas circunstancias la asignatura le fue encargada a uno de los sacerdotes del colegio y “aunque le hacía empeño, tampoco era lo mejor”. “Como soy histérico y mateo, agarré los tres tomos de Encina (Francisco) y Castedo (Leopoldo) y me estudiaba la clase antes. Al momento de la clase, intervenía e iniciábamos una discusión académica”, recuerda entre risas señalando que este fue un aliciente no solo para el profesor, para “estudiar y preparar mejor sus clases, sino que para mí también pues hacía lo mismo, al final era un diálogo, entre ambos y otros compañeros de curso…todos estaban felices escuchando esto, no estudiaban nada, pero aprendían”, explica agregando que el resultado fue que todo el curso sacó una excelente nota en el examen. A los 15 años egresó del colegio y si bien su buen rendimiento académico le permitía optar a distintas carreras, finalmente optó por estudiar Medicina en la Universidad de Chile, obteniendo en 1974 el título de Médico Cirujano con Distinción Unánime. Inicialmente pensaba en ser cirujano cardiovascular pues según recuerda, por entonces estaba muy de moda la figura del doctor Christiaan Barnard, quien pasó a la historia tras realizar el primer trasplante cardiaco. Sin embargo, las circunstancias de la vida hicieron que se cruzara en su camino la gastroenterología de la mano del destacado especialista, doctor Jaime Klinger. “Siempre he dicho que cuando se abre una ventana hay que tirarse de cabeza”, afirma el doctor Sáenz, al comentar sus inicios en la especialidad en el Hospital del Salvador. De aquella época como alumno recuerda ser uno de los primeros en dedicarse a realizar laparoscopia diagnóstica en el Hospital del Salvador. “Fui alumno del doctor Klinger, también presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología, quien me dirigió hacia la endoscopia”, explica.


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