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Clasificaciones en Gastroenterología 128 Conclusión y limitantes La ingestión de cáusticos representa un problema de salud en los grupos de población más vulnerables (niños, alcohólicos y suicidas). La endoscopia es el CLASIFICACIÓN DE ZARGAR - R. Araya J. et al. «patrón de oro» para establecer el diagnóstico, estadificar las lesiones y orientar el pronóstico, siendo determinante en el manejo clínico La clasificación de Zargar, según lo publicado, ha sido útil en el manejo de esta patología, pero las referencias son reporte de casos, revisiones temáticas y consenso de expertos. Además, una importante limitante es que no considera ni establece criterios para definir el grado de daño gástrico y duodenal. Por lo tanto, en la medida que se establezca un registro evolutivo multicéntrico de esta entidad, desde la ingesta hasta el manejo de sus complicaciones, permitirá su análisis prospectivo, así como una real validación práctica de esta clasificación y optimizar el enfrentamiento de la ingesta de cáusticos. Agradecimientos Los autores agradecen al Dr. Santolaria de la Unidad de Endoscopia Digestivas del Hospital San Jorge de Huesca, España, por su amabilidad en ceder las imágenes (A-D) de la Figura 1. Tabla 2. Conducta sugerida según Clasificación de Zargar Grado I-IIa Pueden ser dados de alta y realimentados con dieta líquida y blanda en 24-48 h Grado IIb y IIIa Manejo más complejo, que según el caso protección de vía aérea (TOT o traqueostomía), reposo digestivo, nutrición parenteral y/o enteral, uso de sondas naso enterales y/o gastrostomía y analgesia Grado IIIb y IV La mayoría deben abordarse quirúrgicamente y tienen alta mortalidad precoz TOT: tubo orotraqueal. Referencias 1.- Ananthakrishnan N, Parthasarathy G, Kate V. Acute corrosive injuries of the stomach: a single unit experience of thirty years. ISRN Gastroenterol 2011; 2011: 914013. 2.- Montoro Huguet MA. Esophagogastric lesions caused by caustics Gastroenterol Hepatol 2000; 23: 436-47. 3.- Kikendall JW. Caustic ingestion injuries. Gastroenterol Clin North Am 1991; 20: 847-57. 4.- Montoro M, Arroyo MT. Esofagitis por cáusticos. En: Montoro MA, García Pagán JC, Castells A, Gomollón F, Mearín F, Panés J, et al. Problemas comunes en la práctica clínica: gastroenterología y hepatología (2º edición). Jarpyo editores Madrid- Barcelona; 2012: 221-8. 5.- Gumaste VV, Dave PB. Ingestion of corrosive substances by adults. Am J Gastroenterol 1992; 87: 1-5. 6.- Contini S, Scarpignato C. Caustic injury of the upper gastrointestinal tract: a comprehensive review. World J Gastroenterol 2013; 19: 3918-30. 7.- Ginesta A, Estay R. Lesión esofágica por cáustico en paciente psiquiátrico. Gastroenterol Latinoam 2015; 26: 257-9. 8.- Triadafilopoulos G. Caustic esophageal injury in adults. UpToDate. Disponible en: http://www.uptodate.com/contents/ caustic-esophageal-injury-in-adults. Consultado el 10 de abril de 2016. 9.- Arıcı MA, Ozdemir D, Oray NC, Buyukdeligoz M, Tuncok Y, Kalkan S. Evaluation of caustics and household detergents exposures in an emergency service. Hum Exp Toxicol 2012; 31: 533-8. 10.- Zargar SA, Kochhar R, Nagi B, Mehta S, Mehta SK. Ingestion of corrosive acids. Spectrum of injury to upper gastrointestinal tract and natural history. Gastroenterology 1989; 97: 702-7. 11.- Zargar SA, Kochhar R, Nagi B, Mehta S, Mehta SK. Ingestion of strong corrosive alkalis: spectrum of injury to upper gastrointestinal tract and natural history. Am J Gastroenterol 1992; 8: 337-41. 12.- Demirören K, Kocamaz H, Doğan Y. Gastrointestinal system lesions in children due to the ingestion of alkali and acid corrosive substances. Turk J Med Sci 2015; 45: 184-90. 13.- Doğan Y, Erkan T, Cokuğraş FC, Kutlu T. Caustic gastroesophageal lesions in childhood: an analysis of 473 cases. Clin Pediatr (Phila) 2006; 45: 435-8. 14.- Nuutinen M, Uhari M, Karvali T, Kouvalainen K. Consequences of caustic ingestions in children. Acta Paediatr 1994; 83: 1200-5. 15.- Bautista Casasnovas A, Estévez Martínez E, Varela Cives R, Villanueva Jeremias A, Tojo Sierra R, Cadranel S. A retrospective analysis of ingestion of caustic substances by children. Ten-year statistics in Galicia. Eur J Pediatr 1997; 156: 410-4. 16.- Eaton H, Tennekoon GE. Squamous carcinoma of the stomach following corrosive acid burns. Br J Surg 1972; 59: 382-7. 17.- Gorman RL, Khin-Maung-Gyi MT, Klein-Schwartz M, Oderda GM, Benson B, Litovitz T, et al. Initial symptoms as predictors of esophageal injury in alcalyne corrosive ingestions. Am J Emerg Med 1992; 10: 189-94. 18.- Previtera C, Giusti F, Gugliemi M. Predictive value of visible lesions (cheeks, lips, oropharynx) in suspected caustic ingestion; may endoscopy reasonably be omitted in completely negative pediatric patients? Pediatric Emerg Care 1990; 6: 176-8. Gastroenterol. latinoam 2016; Vol 27, Nº 2: 126-129


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