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Gastro-1-2017

Artículo Original Calidad del sue ño en pacien tes con EII - D. Fluxá C. et al. Introducción La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU)1, se caracteriza por la presencia de inflamación crónica y recurrente del intestino1-3. Aunque su etiología es aún desconocida, factores genéticos, ambientales e inmunológicos estarían implicados4. Factores ambientales como dieta, higiene, infecciones, uso de antibióticos/antiinflamatorios, estrés, actividad física, tabaquismo y niveles de vitamina-D, estarían involucrados en su inicio y desarrollo5,6. Recientemente, estudios han considerado la calidad del sueño como un factor de riesgo en la evolución de la EII7,8. Los trastornos del sueño en pacientes con EII son probablemente multifactoriales, siendo las deposiciones nocturnas y el dolor abdominal factores que podrían contribuir al mal dormir7. Sin embargo, la calidad del sueño y el sistema inmune estarían estrechamente relacionados. Mientras dormir adecuadamente reforzaría la función inmune, la falta de sueño tendría efectos negativos sobre éste9,10. Por otra parte, el sistema inmune podría alterar los patrones del sueño, explicando por qué pacientes con EII activa relatan somnolencia y fatiga11. Además, los trastornos del sueño también han sido descritos en pacientes con reflujo gastroesofágico, úlcera péptica, síndrome de intestino irritable (SII) y cáncer colorrectal12,13. Los objetivos de nuestro estudio fueron evaluar la calidad del sueño en pacientes con EII a través del Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (ICSP), y su relación con la actividad de la enfermedad comparándolos con pacientes con SII y controles sanos (CS). Material y Métodos Estudio transversal que incluyó 3 grupos de pacientes mayores de 18 años: 1) pacientes con EII según criterios endoscópicos, histológicos y radiológicos que visitaron nuestro Programa de EII en Clínica Las Condes; 2) pacientes con SII que cumplían Criterios de Roma III14 que consultaron de manera ambulatoria en nuestro centro; y 3) CS. Variables demográficas como edad, sexo y tabaquismo fueron evaluadas. En pacientes con EII se recogieron datos de caracterización clínica, años de enfermedad, clasificación de Montreal, manifestaciones extraintestinales, tratamiento médico, hospitalizaciones y cirugías debido a EII en el último mes. El índice de Harvey-Brashaw (remisión < 4)15,16 y Subíndice Clínico de Mayo (remisión = 0)17 fueron utilizados en pacientes con EC y CU, respectivamente, para determinar actividad de la enfermedad. Pacientes con trastornos primarios del sueño fueron excluidos. La calidad del sueño se evaluó a través de una versión española validada del ICSP, que corresponde a un cuestionario autoaplicable y subjetivo18-20. Este cuestionario fue diseñado para evaluar la calidad del sueño durante el último mes. Se compone de 19 preguntas y 7 componentes (duración del dormir, alteraciones del sueño, latencia de sueño, disfunción diurna, eficiencia del sueño, calidad del sueño subjetiva y uso de medicamentos para dormir). Las puntuaciones van de 0-21, donde cada componente se califica con una escala entre 0-37,21. Una puntuación global > 5 es indicativa de “mala calidad del sueño”7,11,21-25. Se compararon los resultados obtenidos en el ICSP para cada subgrupo (EII, SII, y CS). El estudio se realizó en el marco del registro de EII que fue aprobado por el Comité de Ética institucional. Todos los pacientes dieron su consentimiento informado. Estadística Las variables categóricas fueron evaluadas con frecuencias y porcentajes absolutos y las variables ordinales con mediana y rango. Las variables continuas también fueron evaluadas con mediana y rango debido a una distribución no normal. La normalidad se evaluó mediante histograma, sesgo y la prueba de Shapiro-Wilks. Para comparar dos grupos con n ≤ 30 y n > 30, se utilizó la prueba exacta de Fisher y c2, respectivamente. Para las variables ordinales (ICSP) se utilizó la prueba de Mann-Whitney. Para las variables continuas, al comparar dos grupos, se utilizó la prueba de Mann-Whitney; al comparar más de dos grupos, se utilizó la prueba de Kruskal-Wallis. Un valor p < 0,05 fue establecido como estadísticamente significativo. Para el análisis estadístico se utilizó el software estadístico Stata 12, Stata Corp, Texas, EE. UU. Resultados Se incluyeron 276 pacientes, 111 (40%) con EII, 85 (31%) SII y 80 (29%) CS. De los pacientes con EII, 68 (61%) tenían CU y 43 (39%) EC. Del grupo con SII 42, 24 y 19 pacientes eran predominantemente constipados, diarreicos y de patrón mixto, respectivamente. Las características demográficas se muestran en la Tabla 1. Al comparar los tres grupos, el consumo de tabaco fue significativamente menor en pacientes con EII (p: 0,01). Al analizar el ICSP, 67% de los pacientes con EII, 67% con SII y 55% de los CS presentaron un ICSP > 5 (Tabla 2). Al comparar EII y SII no hubo diferencias en cuanto a calidad del sueño (Tabla 3). Sin embargo, al comparar EII y SII con CS, los pacientes con EII y SII reportaron peor calidad del sueño, sin embargo, estos resultados no alcanzaron significancia estadística (Tabla 3). 10 Gastroenterol. latinoam 2017; Vol 28, Nº 1: 9-15


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