¿Por qué no diagnosticamos el cáncer gástrico incipiente? ¿Cómo podemos mejorar?

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Gastroenterol. latinoam 2017; Vol 28, Nº 1: s10-s15

Autores:

Pablo Cortés G.

Filiaciones
Unidad de Gastroenterología, Departamento de Medicina Interna, Clínica Alemana de Santiago-Universidad del Desarrollo. Santiago, Chile.

AbstractResumen

Detection and treatment of gastric cancer (GC) in early stages is the most effective approach for improving prognosis. Patients with early gastric cancer (EGC), defined as a type of cancer affecting only mucosa and submucosa, has a good prognosis in the long-term, and if some criteria are met, endoscopic therapy is curative. Unfortunately EGC diagnosis is rare, except in case of some Asian countries, where more than 50% of tumors are diagnosed in this stage. In Japan, the main technique for early diagnosis is opportunistic screening, i.e. endoscopy performed for different reasons. Some of the factors that affect endoscopic diagnose include: characteristics of the lesion (some cases slight changes in color or in the surface, a location that is difficult to detect, except in retro view); elements associated with the endoscopic technique (lesions hidden underneath gastric contents, non-systematic visualization, not enough time for exploration); and early access to the procedure (long waiting lists, lack of clinic or epidemiology screening criteria, lack of risk-stratification looking for pre-malignant lesions to establish endoscopic follow-up). Know and act upon the mentioned factors is a path that has proven to improve EGC diagnosis and therefore, improve prognosis.

Detectar y tratar el cáncer gástrico (CG) en una etapa inicial constituye la estrategia más efectiva para mejorar el pronóstico de esta patología. Pacientes con CG incipiente (CGI), definido como el que compromete sólo la mucosa y la submucosa, tienen un muy buen pronóstico a largo plazo y si se cumplen algunos criterios, el tratamiento endoscópico es curativo. Desgraciadamente el diagnóstico de CGI es infrecuente en todo el mundo, a excepción de algunos países asiáticos donde más de la mitad de los tumores se diagnostican en esta etapa. En Japón la principal vía por la que se realiza este diagnóstico precoz es mediante el tamizaje oportunista, es decir, la endoscopia que se realiza de manera cotidiana por diferentes motivos. Dentro de los factores que afectan la capacidad diagnóstica de la endoscopia destacan: las características de la lesión (algunos casos con discretos cambios de color o superficie, ubicación habitualmente en áreas de mejor visualización en retrovisión); factores asociados a la técnica endoscópica (contenido gástrico que puede ocultar lesiones, visualización no sistemática, tiempo insuficiente de exploración); y el acceso oportuno a ella (largas listas de espera, falta de criterios de selección clínicos o epidemiológicos, falta de estratificación del riesgo mediante la búsqueda de lesiones premalignas para definir intervalos de seguimiento endoscópico). Conocer y actuar sobre los factores descritos es un camino que ha demostrado su utilidad en mejorar el diagnóstico del CGI y así mejorar su pronóstico.


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