Guías Clínicas 159 GUÍA PRÁCTICA DE LA OMGE: OBESIDAD - L. Mathus-Vliegen et al. Entre los factores que predicen el mantenimiento del adelgazamiento se incluyen: • Ingerir una dieta rica en proteínas y fibras y de bajo tenor graso. • Control frecuente del peso corporal y de la ingesta de alimentos por la propia persona. • Altos niveles de actividad física. • Contacto entre el paciente y el prestador del trata-miento por un período prolongado. • Adelgazamiento de más de 2 kg en 4 semanas. • El sujeto concurre al programa de adelgazamiento regularmente/ con frecuencia. • La creencia del paciente que es posible controlar el peso corporal. • Intervenciones que actúen sobre el comportamien-to (pueden ayudar). Factores que protegen contra la recuperación del peso: quemar alrededor de 2.500 kcal/semana, me-diante: • Actividad moderada durante aproximadamente 80 min/día (caminata rápida). • Actividad vigorosa durante 35 min/día (aerobismo). Opciones de tratamiento y apoyo: • En atención primaria. • Programas comerciales. • Programas de mantenimiento del peso por Inter-net. 2.4. Riesgos del adelgazamiento Hay estudios que han concluido que la intención de adelgazar reduce la mortalidad, mientras que la falta de intención de adelgazar se asoció con un aumento del riesgo de morir. Debido al aumento del pasaje del colesterol por el aparato biliar, el adelgazamiento puede aumentar las probabilidades de que aparezca una litiasis coledo-ciana. Las dietas con cantidades moderadas de grasas que produzcan la contracción de la vesícula pueden reducir ese riesgo. El adelgazamiento lento –por ejemplo, de 0,5-1,0 kg/semana– ha demostrado evitar la formación de los cálculos que se observan en los pacientes que adelgazan más rápido. La pérdida de peso obtenida con las bandas gástricas ajustables se asocia con una incidencia de la formación de litiasis vesicular que no difiere de la de la población normal. 3. Obesidad en el adulto mayor 3.1. Introducción Ha habido un rápido aumento que se mantiene de la expectativa de vida en la mayoría de los países. Para el año 2030, 20% de la población adulta de EE.UU. será mayor de 65 años y en Europa, en térmi-nos generales, dos personas activas (con edades entre 15-65) estarán encargándose de cuidar a una persona inactiva de más edad. Este aumento en la expectativa de vida no necesariamente implicaba un aumento de los años de vida sanos, sino más bien, años adi-cionales de riesgo de enfermedad. Esto, junto con la epidemia de la obesidad, que muestra una tendencia ascendente en los grupos de mayor edad, significa que habrá una carga doble de enfermedades en un futuro cercano. Una discusión detallada de la eviden-cia disponible sobre la obesidad y el adulto mayor se encuentra disponible en el Apéndice 5. 3.2. Consecuencias de la obesidad en la salud del adulto mayor No quedan claros cuales son los parámetros que pueden predecir mejor la mala salud y los malos des-enlaces con la obesidad en el adulto mayor. El hecho que un valor de IMC sea levemente su-perior, asociado con una menor mortalidad relativa en el adulto mayor y comparado con los adultos más jóvenes, no significa que la obesidad no sea nociva en el adulto mayor. El IMC podría ser un índice menos apropiado en el adulto mayor. Habría que considerar también que si bien el riesgo relativo de mortalidad y de disminución de la sobrevida parece declinar a edades mayores de 59 años, el riesgo de mortalidad absoluta aumenta al ir aumentando el IMC hasta los 75 años. Hay muchos factores de confusión que contribu-yen a una subestimación de los riesgos que tiene la obesidad en la salud del adulto mayor. Entre ellos se encuentran el efecto de sobrevida (la presencia de sobrevivientes “resistentes” en quienes se pierde la re-lación IMC y mortalidad), mortalidades que compiten con expectativa de vida relativamente acortada en la tercera edad y la importancia de la edad al instalarse la obesidad y su duración, como aquéllos que se han vuelto obesos en edad mayor, pueden fallecer antes de que se hagan evidentes los efectos adversos de la obesidad. Además, el tabaquismo, el cambio de peso (aumentar de peso o bajar de peso pueden ser más perniciosos que un peso estable) y la pérdida de peso no intencional pueden confundir la estimación de los riesgos a la salud. Las complicaciones médicas de la obesidad en el adulto mayor están fundamentalmente asociadas al síndrome metabólico (con intolerancia a la glucosa, hipertensión, dislipidemia, y enfermedad cardiovas-cular). Los picos del síndrome metabólico ocurren a la edad de 50-70 en hombres y entre 60-80 años en las mujeres, con un odds ratio (OR) de 5,8 en los hombres de 65 años y 4,9 en las mujeres de 65 años en comparación con los individuos de 20-34 años de edad. Otros trastornos relacionados con la obesidad son Gastroenterol. latinoam 2012; Vol 23, Nº 3: 154-164
n2-2012
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