PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-025
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Daniel Cabrera Garcia1, Loreto Aguilar Barría1, Faride Saud1, Marcelo
Andia2, Marco Arrese2, Nancy Solís2, Claudio
Cabello-Verrugio3, Juan Pablo Arab4, Luis Antonio Díaz2,
Francisco Barrera2, Lisbell Estrada5, Rene Baudrand2, Paula
Rivera2, Marianny Portal Rodríguez3, Laura Manjarres2, Juan
Esteban Oyarzún2
1Universidad de los Andes, 2Pontificia Universidad Católica de Chile, 3Universidad Andres Bello, 4University of
Richmond , 5Universidad Bernardo O´Higgins.
La disfunción metabólica asociada a la enfermedad de hígado graso
(MASLD) es una enfermedad relevante para la salud pública ya que se estima que
un 32% de la población mundial la sufre. MASLD en una condición ligada a la
sarcopenia y que se ve exacerbada por la obesidad. Diversos estudios han
asociado la masa muscular con MASLD, destacando el estudio longitudinal
realizado en Corea del Sur publicado en el año 2018 en donde se asoció el
aumento del índice de masa del músculo esquelético con una menor incidencia de
MASLD, independientemente de otros factores demográficos o parámetros de salud.
Nuestra investigación explora el rol de la masa muscular en la progresión de
MASLD. Para tal efecto utilizamos una línea murina knockout para miostatina
(MSTN-KO), la cual se caracteriza por exhibir hipertrofia muscular independiente
del grado de actividad fisica. El protocolo para inducir MASLD consistió en
alimentar con dieta occidental por 24 semanas a ratones macho MSTN-KO y WT.
Posteriormente se evaluó su rendimiento físico mediante una trotadora. La
composición corporal se evalúo a través de bioimpedanciometría y resonancia
magnética nuclear. Al finalizar el protocolo, se evaluó la fuerza muscular por
electrofisiología, parámetros histológicos y bioquímicos. Los ratones MSTN-KO
exhibieron mayor masa muscular que los ratones WT pero sin diferencia de
infiltración de grasa en el músculo paravertebral, además, el grupo KO no
desarrolló hepatomegalia en respuesta a la dieta occidental y esto se acompañó
con que el grupo KO tuvo menor infiltración de grasa e inflamación en el hígado,
lo que se reflejó en un menor NAS score en comparación al grupo WT. La fuerza
muscular, evaluada mediante electrofisiología, se observó aumentada en los
animales MSTN-KO en comparación a los WT. Pese a esto, no se encontraron
diferencias significativas entre ambos grupos respecto al rendimiento físico en
pruebas de resistencia utilizando una trotadora. Lo anterior, sugiere que el
aumento de la masa muscular no se tradujo en una mayor capacidad de ejercitación
del modelo MSTN-KO. Nuestros resultados sugieren que el incremento de la masa
muscular protege del desarrollo de MASLD y que estas diferencias se deben a la
masa muscular y no a una mayor capacidad y/o actividad fisica. Finalmente,
proponemos que la línea murina MSTN-KO es un valioso modelo para explorar y
entender las conexiones del eje músculo-hígado en las enfermedades
hepáticas.