Guías clínicas 220 Guía AUGE MINSAL Virus Hepatitis C - A. Soza R. et al. Tabla 1. Exámenes de rutina en la evaluación de pacientes con hepatitis C Tipo de examen Examen Comentarios Confirmación y caracterización de la infección VHC ARN cualitativo (PCR) Confirmación de la infección VHC ARN cuantitativo (carga viral) Base de comparación previa a la terapia. Resultado en menos de una semana Genotipo viral Necesario para planificar tipo y duración de la terapia Evaluación de la enfermedad hepática Hemograma con recuento de plaquetas Trombocitopenia sugiere cirrosis e hipertensión portal SGOT, SGPT, GGT, fosfatasas alcalinas Transaminasas normales no contraindican tratamiento Bilirrubina total y directa, albuminemia, protrombina Bilirrubina elevada o hipoalbuminemia indican disfunción hepática significativa Creatinina, glicemia Parte de la evaluación general Evaluación de la fibrosis hepática Ecotomografía abdominal Puede sugerir cirrosis TC o RNM de abdomen En caso de encontrarse lesiones focales hepáticas Biopsia hepática Método tradicional de evaluar fibrosis hepática Métodos no invasivos de evaluación de la fibrosis Pueden reemplazar a la biopsia hepática hepática (Fibroscan, ARFI, Fibrotest, APRI, otros) Coinfecciones IgG anti-hepatitis A Si es negativo, vacunar HBsAg Descartar hepatitis B Anti-HBc total Evaluar inmunidad, si es negativo, vacunar Serología VIH Descartar coinfección con VIH Serología Chagas En caso de exposición sanguínea Seguridad del tratamiento Test de embarazo En mujeres en edad fértil Electrocardiograma En mayores de 50 años TSH El interferón puede exacerbar patologías tiroideas Fondo de ojo En diabéticos, hipertensos, pacientes mayores de 50 años para descartar retinopatía (importante previo a terapia basada en interferón) 4.2. ¿Cuál es el papel de la biopsia hepática y de los métodos no invasivos en la evaluación de la biopsia hepática? La correcta evaluación de la fibrosis hepática es muy importante en el enfrentamiento inicial del paciente con hepatitis C. Es particularmente clave la identificación de los pacientes con cirrosis, que están en mayor riesgo de desarrollar complicaciones como ascitis, encefalopatía, hemorragia variceal y carcinoma hepatocelular. Adicionalmente este grupo de enfermos tiene menor respuesta a los tratamientos antivirales y requiere un seguimiento o vigilancia para identificar várices esofágicas y carcinoma hepatocelular. En algunos casos el diagnóstico de cirrosis es obvio por hallazgos al examen físico, exámenes imagenológicos y de laboratorio. La biopsia hepática es el método que tradicionalmente se ha utilizado para categorizar la etapa de fibrosis hepática en base a estadíos con scores que han sido validados, y sigue considerándose el gold standard. Entre estos se encuentran el METAVIR, el Scheuer, Ishak y Knodell30. La biopsia tiene algunos inconvenientes, entre los que se incluyen el error de muestreo y variabilidad interobservador, la invasividad del procedimiento, acceso limitado en algunas áreas y sus riesgos (hemorragia en 1 de cada 1.000 y mortalidad en 1 de cada 10.000)31,32. Los métodos no invasivos de evaluación de la fibrosis hepática pueden dividirse en métodos serológicos y físicos. Entre los métodos serológicos, se encuentran aquellos basados en exámenes habitualmente disponibles como SGOT/SGPT y recuento de plaquetas como el APRI33 y el índice de Forns34. Otros exámenes incluyen marcadores indirectos de fibrosis hepática (alfa-2 macroglobulina y haptoglobina), como el Fibrotest35. Gastroenterol. latinoam 2015; Vol 26, Nº 4: 214-247
gastrolat2015n400006
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