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Guías Clínicas 204 GUÍA WGO: PROTECCIÓN CONTRA LA RADIACIÓN EN LA SALA DE ENDOSCOPIA - L. Uradomo et al. procedimientos diagnósticos y terapéuticos practica-dos en el sistema bilio pancreático durante la CPRE (colangio pancreatografía retrógrada endoscópica o ERCP por sus siglas en inglés). La mayor parte de la exposición a los rayos X en la actualidad se debe a la CPRE, la colocación de stents luminales y la dilata-ción luminal. Los gastroenterólogos que trabajan con procedimientos de CPRE pueden trabajar en centros especializados y es posible que realicen múltiples procedimientos a diario. Siempre que se usen equipos fluoroscópicos y/o de rayos X, los gastroenterólogos deben reducir al máximo los riesgos que corran los pacientes, ellos mismos y el resto del personal. Se recomienda disminuir al máximo el tiempo de fluoroscopia cuando se la use ya sea para ayudar en la colonoscopia, para una dilatación, o para colocar un stent en la luz. Durante la CPRE se utiliza la fluoroscopia para verificar la posición de los catéteres y los cables guía. Luego de inyectado el contraste, se utiliza la fluoroscopia para evaluar la anatomía de los sistemas de conductos del árbol biliar y el páncreas, y ayuda a determinar si la enfermedad se encuentra presente. Habitualmente se obtiene un registro fotográfico para documentar los hallazgos, captando la última imagen fluoroscópica, una imagen puntual, o una secuencia de imágenes, dependiendo de las características del equipo usado. Finalmente, también se utiliza la fluoroscopia para ayudar en la terapia-por ejemplo, con esfinterotomía, extracción de litiasis, biopsia o citología, y colocación de un stent. Otros aparatos que permiten la visualización directa de la anatomía cana-licular pueden reducir la necesidad de fluoroscopia. Para el paciente, la fuente de exposición es el rayo X directo proveniente del tubo de rayos X. Se estima que los pacientes reciben alrededor de 2 a 16 minutos de fluoroscopia durante la CPRE, y que los procedimientos terapéuticos toman mucho más tiempo aún. Los estudios han hallado que durante una CPRE se usan valores del producto dosis área (PDA) de aproximadamente 13-66 Gy/cm2. Se han descrito do-sis eficaces que van de 2 a 6 mSv por procedimiento. Para los endoscopistas y el resto del personal, la principal fuente de exposición a los rayos X es la radiación que proviene del paciente, y no el haz de rayos X primario. Se han observado dosis eficaces promedio de alrededor de 0,07 mSv por procedimien-to para el caso de los endoscopistas que usan delantal de plomo. Si bien el cuerpo del endoscopista está bien protegido con el delantal de plomo, es posible que las partes de su cuerpo no protegidas reciban dosis importantes. Se han descrito dosis promedio en ojos de alrededor de 0,1-1,7 mGy por procedimiento y de alrededor de 0,5 mGy en manos. Las dosis que recibe el personal auxiliar habitualmente son unos pocos factores más bajas, dependiendo de la posición y el tiempo que pasen cerca de la fuente de rayos X, ya que habitualmente se quedan parados más lejos del paciente. 3. Efectos de la radiación Los rayos X consisten en radiación ionizante, como rayos gama u otros tipos de radiación emitida por las sustancias radiactivas. Los rayos provocan ionización en el medio que atraviesan. Esa ionización puede provocar daño del ADN o muerte celular. El tema de los efectos de la radiación precisa explicaciones, ya que a menudo lo que determina la percepción del riesgo es el miedo a la radiación, o la complacencia con respecto a la radiación, más que el riesgo real de la radiación, o sus efectos. Los efectos de la radiación se dividen básicamente en dos categorías: los efectos deterministas, como la formación de cataratas, infertilidad, lesión cutánea, y caída de cabello; y los efectos estocásticos (cáncer y efectos genéticos). Los efectos deterministas (prin-cipalmente cataratas y caída de cabello) han sido ya documentados en radiólogos y cardiólogos interven-cionistas. No se han descrito efectos de ese tipo en gastroenterólogos. La cantidad de radiación que están usando los gastroenterólogos es relativamente peque-ña, si se la compara con la que usan los radiólogos intervencionistas y los cardiólogos intervencionistas. El daño depende de la radiación absorbida en el cuerpo humano, conocida como la dosis de radiación o simplemente la “dosis”. Mientras que los efectos deterministas tienen un umbral, los efectos estocásti-cos pueden aparecer a cualquier nivel de exposición rádica, aunque sea pequeña. El principio que rige los efectos estocásticos es que la probabilidad de que aparezcan es proporcional a la dosis de radiación. En base a esto, las organizaciones internacionales han acordado el principio de “as low as reasonably achievable” (ALARA) (la dosis más baja razonable-mente alcanzable). Esto no implica que no aparezcan efectos carcinogénicos o hereditarios definitivamente a niveles inferiores de radiación (dosis de unos pocos milisieverts por año). Es como el riesgo de tener un accidente al cruzar la calle. Cuanto mayor sea la frecuencia que cruzamos la calle, más probable será que tengamos un accidente. Uno puede cruzar 100 veces sin tener ningún accidente, pero la probabilidad aumenta con cada cruce. Es a la luz de esto que cobra importancia el principio de ALARA. No es posible documentar los efectos de la radia-ción al nivel al que están expuestos los gastroenteró-logos al realizar una CPRE o una fluoroscopia-cuando se utilizan las herramientas y principios de protección contra radiación apropiados, lo habitual es que se apliquen dosis eficaces de cuerpo total de 0-3 mSv/ Gastroenterol. latinoam 2013; Vol 24, Nº 4: 203-209


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