Gastroenterol. latinoam 2010; Vol 21, Nº 3: 343
Autores:
✉ Arnoldo Riquelme P.
Making history in Chilean medicine
El presente número de la revista Gastroenterología Latinoamericana corresponde al tercer número del año e incluye la mayoría de los cambios de formato y contenido que fueron propuestos por el nuevo comité editorial en el afán de mejorar la calidad del órgano oficial de difusión de la Sociedad Chilena de Gastroenterología. Hemos logrado mantener las nuevas secciones como ‘Clasificaciones en gastroenterología’, que en esta ocasión abordará la clasificación de Balthazar-Ranson en el diagnóstico y pronóstico de la pancreatitis aguda. La ‘Guía clínica de trasplante hepático’, inicia una serie de un total de cuatro capítulos que corresponden al esfuerzo de la Sociedad Chilena de Trasplante con destacados miembros de la Asociación Chilena de Hepatología, a quienes agradecemos el elegir a nuestra revista como medio de difusión del documento final. Esperamos que estas guías sienten las bases de un manejo homogéneo de los pacientes con cirrosis, desde su indicación hasta los protocolos de control y seguimiento post-trasplante. En el número de junio, se trataron variados temas relacionados con infecciones en gastroenterología y hepatología, destacando la publicación de las ‘Guías clínicas de manejo y tratamiento de la infección por virus de la Hepatitis B’, en el contexto de un exitoso simposio de tratamiento de pacientes afectados por dicha enfermedad. Estas guías continúan en el presente número de la revista con la publicación de la ‘Guía clínica de manejo de la infección por virus de la Hepatitis C’ que cobra especial relevancia debido a que fue elaborada por el Ministerio de Salud en estrecha colaboración con miembros de la Sociedad Chilena de Hepatología. Esto ha sentando las bases protocolizadas del tratamiento de esta infección, que ha sido recientemente incorporada a la lista de patologías con Garantía Explícitas en Salud (GES) y que implica que muchos de nuestros socios deberán conocerla en detalle para ajustarse a las normas ministeriales, incluyendo el calendario de exámenes de diagnóstico y monitoreo. Nos sentimos orgullosos como Sociedad Chilena de Gastroenterología de que este logro se vea materializado gracias a la activa participación de miembros de nuestra sociedad; sin duda marca un hito en la hepatología chilena, ofreciendo tratamiento a muchos chilenos afectados por esta enfermedad. Finalmente, deseo manifestar mi satisfacción por contar al cierre del presente número con la reseña de un destacado miembro de la SCHG, quien ha sido honrado con el más alto reconocimiento del país al quehacer médico. Me refiero al Dr. Rodolfo Armas Merino, quien recibió el Premio Nacional de Medicina 2010, uniéndose a un selecto grupo de 5 médicos que han recibido el premio desde su creación, el año 2001. Me llena de orgullo pertenecer a una sociedad que congrega a médicos que, en un intento genuino por mejorar las condiciones de salud relacionadas con nuestra especialidad, se involucran en profundos procesos de cambio en el manejo de enfermedades o en la formación de médicos generales y sub-especialistas. Este compromiso los lleva de una u otra manera a ocupar espacios protagónicos en la gestión de salud o universitaria, participación que los hace recibir el reconocimiento de la sociedad chilena como verdaderos ejemplos. Estoy seguro de que no es casualidad que 3 de los 5 médicos premiados a la fecha sean gastroenterólogos (Dr. Alejandro Goic Goic, el 2006; Dr. Esteban Parrochia Beguin, el 2008 y Dr. Rodolfo Armas Merino, el 2010). Esta herencia nos debería motivar a seguir sus pasos para mantener activa nuestra labor por un Chile mejor.