Gastroenterol. latinoam 2015; Vol 26, Nº 4: 198-203
Autores:
✉Isaac Nachari B. y Fernando Fluxá G.
Barrett`s esophagus: an overview of new therapies
Barrett’s esophagus is considered an acquired pre-malignant condition for esophageal adenocarcinoma, and its risk increases with the degree of dysplasia. Its presence therefore requires endoscopic surveillance or eradication. Historically patients with high-grade dysplasia and intramucosal esophageal adenocarcinoma were routinely treated with esophagectomy, considered the definitive therapy and therapeutic gold standard, but with considerable morbidity and mortality. This has led to the development of new alternatives as less invasive endoscopic treatments for both dysplastic lesion and the remaining metaplastic mucosa. The most commonly used treatment options include cryotherapy, radiofrequency ablation, endoscopic resection (mucosal resection or endoscopic submucosal dissection) or a combination of these (multimodal endoscopic eradication). For Barrett’s patients with low-grade dysplasia the recommendation of most international guides remains endoscopic surveillance, however given the good results of endoscopic ablation, this concept has changed towards the therapeutic approach. In the absence of dysplasia endoscopic therapy is not recommended but endoscopic surveillance. In the present article we will review the endoscopic therapeutic alternatives to Barrett’s esophagus, its scientific basis and how they have evolved in recent times.
El esófago de Barrett se considera una condición adquirida pre-maligna para adenocarcinoma esofágico, cuyo riesgo aumenta según el grado de displasia. Su presencia obliga, por lo tanto, a la vigilancia endoscópica o erradicación. Históricamente pacientes con displasia de alto grado y adenocarcinoma esofágico intramucoso eran rutinariamente tratados con esofagectomía, considerada terapia definitiva y patrón de oro terapéutico, pero con una morbimortalidad considerable. Esto ha llevado al desarrollo de nuevas alternativas de tratamientos menos invasivos como el endoscópico, tanto para la lesión displásica como para el remanente de mucosa metaplásica. Las alternativas terapéuticas más utilizadas son la crioterapia, ablación por radiofrecuencia, la resección endoscópica (mucosectomía o disección submucosa endoscópica) o una combinación de éstas (erradicación endoscópica multimodal). Para pacientes portadores de Barrett con displasia de bajo grado la recomendación de la mayoría de las guías internacionales sigue siendo la vigilancia endoscópica, sin embargo, dado los buenos resultados de la ablación endoscópica, este concepto ha ido cambiando hacia tomar esta conducta terapéutica. En caso de ausencia de displasia no se recomienda la terapia endoscópica de regla sino la vigilancia endoscópica. En el siguiente artículo revisaremos las alternativas terapéuticas endoscópicas frente al esófago de Barrett, su sustento científico y cómo han evolucionado en el último tiempo.