PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-127
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SARA MAQUILON TAMAYO1 , José Ignacio Vargas 1 , Camila Jure Bustamante1 ,
Javier Uribe Monasterio1 , Roberto Candia Balboa1 , Alberto Espino Espino1
1Pontificia Universidad Católica de Chile
Introducción: La ergonomía endoscópica estudia la interacción del endoscopista
con su entorno laboral, busca adaptar herramientas y acciones a sus
características físicas y psicológicas. Las lesiones musculoesqueléticas (LME)
son prevalentes en endoscopistas (39-89%), principalmente debido a movimientos
repetitivos. Esta problemática se intensifica con procedimientos como la EUS,
ERCP y la endoscopia de tercer espacio, que demandan más tiempo y uso de
instrumentos. Objetivos: Evaluar la frecuencia de LME en endoscopistas de un
centro chileno y las características (sexo, años de ejercicio profesional,
localización, impacto en actividad laboral, actividad física, número de guantes)
de estas. Métodos: Se realizó una encuesta vía electrónica a endoscopistas en
ejercicio o formados en el Hospital Clínico UC Christus. La encuesta fue enviada
a 62 endoscopistas (en formación o ya en ejercicio) vía correo electrónico. El
consentimiento informado estaba implícito al realizar la encuesta. Se envió un
recordatorio a los 5 días del primer envío por la misma vía. Resultados: Se
obtuvieron 32 respuestas equivalentes a un 51.6% del total. De ellos 71.2%
hombres y 28.1% mujeres con un promedio de edad de 40.5 años. 6 (18.8%) de ellos
correspondían a residentes de gastroenterología, 2 (6.3%) fellows de endoscopia
terapéutica y 2 endoscopistas terapéuticos (6.3%). Un 34.6% refirió lesiones
musculoesqueléticas asociadas a su práctica profesional. En cuanto a la
distribución por sexo un 44.4% de las mujeres presentaron LME y un 39.1% de los
hombres. El promedio de guantes entre las mujeres fue de 6.8 y en hombres 7.4.
Todos los endoscopistas terapéuticos y fellows presentaron LME. De estas la
mayor parte se presentó durante la formación. Dentro de las lesiones más
frecuentes fueron hombros (46.2%), muñecas (38.5%), pulgar izquierdo (23.1%),
codos y columna dorsolumbar (ambos con un 15.4%). Un 53.9% requirió tratamiento
farmacológico en relación a las LME. Un 46.2% requirió tratamientos adicionales
kinésicos, consultas traumatológicas, osteopatía y/o masajes. Un 30.8% requirió
modificar su actividad endoscópica en relación a sus LME y un 15.4% debió
suspender transitoriamente su actividad. Ninguno requirió cirugía como manejo y
un endoscopista tuvo licencia médica por más de 1 mes. Un 84.6% de los
encuestados no realiza pausas entre procedimientos. Un 57.7% realiza jornadas
completas de endoscopia. Un 21.9% no realiza actividad física, un 43.8% una o
dos veces a la semana, un 25% tres a cuatro veces por semana y 9.4% más de 4
veces a la semana. Un 80.4% no recibió educación en ergonomía endoscópica y un
92.3% le gustaría recibir educación en ergonomía endoscópica. Conclusiones: La
frecuencia de LME en un centro chileno es similar a lo reportado en la
literatura al igual que los principales lugares afectados. En concordancia a lo
reportado en estudios internacionales la mayoría no realiza pausa entre
procedimientos y no ha recibido educación en ergonomía en su formación. Casi la
totalidad de los encuestados quisiera recibir educación en ergonomía lo que
impresiona es importante al inicio de la práctica endoscópica para prevenir y
manejar LME. Son necesarios estudios multicéntricos para conocer la realidad de
LME a nivel nacional.