PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-120
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Andrea Valentina Pérez Quiroz1, Tamara Pérez
Jeldres2, María Leonor Bustamante3, Marcelo Arancibia3,
Ricardo Estela4, Manuel Álvarez1
1Pontificia Universidad Católica de Chile, 2Pontificia Universidad Católica, Instituto Chileno
Japonés, 3Programa de Genética Humana, Instituto de
Ciencias Biomédicas, Universidad de Chile, C-ESTRES, Facultad de Ciencias,
Universidad de Valparaíso, Fundación Diagnosis, 4Instituto Chileno Japonés.
Introducción. La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una
enfermedad crónica y discapacitante que impacta negativamente la calidad de
vida. Además de los objetivos terapéuticos tradicionales, como la respuesta
clínica, endoscópica e histológica, se reconoce aún más la importancia de los
Resultados Informados por los Pacientes (PROs) y los aspectos psicológicos y
ambientales como indicadores de salud mental. La depresión y la ansiedad son
comunes en la EII, ya que casi la mitad de los pacientes tendrá un diagnóstico
durante su vida. Objetivo: Describir la proporción de sintomatología ansiosa y
depresiva en una cohorte de pacientes chilenos con EII. Métodos. Se invitó a
participar en este estudio a pacientes diagnosticados con EII según criterios
clínicos, endoscópicos, histológicos e imagenológicos establecidos por guías
internacionales, atendidos en un centro de referencia chileno para la EII. Se
administraron los instrumentos Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión
(HADS), Cuestionario de Salud de Pacientes (PHQ-9), Escala de Malestar
Psicológico K10 (Kessler), Escala de Estrés Percibido (PSS) e Inventario de
Ansiedad Estado-Rasgo (STAI). El estudio fue aprobado por el comité
ético-científico del Servicio de Salud Metropolitano Central/HSBA (IRB:43/2022).
Resultados. Un total de 205 pacientes, 148 con colitis ulcerosa (CU), 50 con
enfermedad de Crohn (EC) y 7 con colitis no clasificada, participaron en este
estudio, de los cuales el 63.9% (131/205) fueron mujeres. El 79,5% (163/205)
respondió HADS, 67,8% (139/205) completaron PHQ-9, 16% (33/205) respondieron
PSS, 58,5% (120/205) completaron Kessler y 16% (33/205) respondieron STAI. Según
HADS, el 63,1% de los pacientes (103/163) presentó síntomas de ansiedad
(definidos como “intermedia” o “severa”), mientras que el 39,8% (65/163)
presentó síntomas de depresión (definidos como “intermedia” o “severa”). Esto
concuerda con lo medido con PHQ-9 (32,3% de depresión “moderada”, “severa” o
“muy severa”, 45/139) para los síntomas depresivos. El estrés percibido según
PSS, fue reportado por el 27,2% (definidos como “a menudo” y “muy a menudo”,
9/33) de los pacientes. El malestar psicológico según Kessler fue reportado por
el 88,3% (definidos como “moderada”, “alta” o “muy alta”, 106/120) de los
pacientes. Según STAI, el 81,8% de los pacientes reportaron alta respuesta
ansiosa (“sobre el promedio” y “alto”, 27/33), mientras que un 60,6% presentó
alta predisposición ansiosa (definida “sobre el promedio” y “alto”, 20/33).
Conclusión. En nuestra cohorte, más del 60% de los pacientes mostró síntomas de
ansiedad, superando el 30-40% reportado en la literatura, y casi un 40% presentó
síntomas depresivos, en línea con otros estudios sobre EII. Además, el 82% de
los encuestados informó malestar psicológico, el 20% percibió altos niveles de
estrés en el último mes, y más del 60% mostró alta predisposición a la ansiedad,
con una respuesta ansiosa elevada en más del 80% de los pacientes. Se requiere
más estudio para explicar estas características en nuestra muestra. Debido a la
naturaleza crónica y discapacitante de la EII, es fundamental un enfoque
integral que considere tanto la salud mental como la depresión y ansiedad, y
también investigar cómo influyen las interacciones cerebro-intestino en la salud
intestinal y mental de los pacientes.