PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-114
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Iván Marcelo Fuentes Villegas1, Baltasar José Ramos
Bascuñan1, Álvaro Urzúa Manchego1, Gonzalo Cárdenas Loguercio1
1Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Introducción: La elastografía hepática es
una técnica no invasiva utilizada para evaluar la rigidez del hígado,
permitiendo la estimación del grado de fibrosis hepática. En pacientes con
hepatitis autoinmune (HAI), la determinación precisa de la fibrosis es crucial
para el manejo clínico y la predicción de la respuesta al tratamiento. Este
estudio tiene como objetivo evaluar la concordancia entre los resultados
obtenidos mediante elastografía hepática y los hallazgos histopatológicos,
además de explorar la utilidad de la elastografía como un factor pronóstico en
la respuesta al tratamiento y su relación con la evolución de la IgG. Métodos: Se llevó a cabo un estudio retrospectivo en 37
pacientes con diagnóstico de HAI atendidos en el Hospital Clínico de la
Universidad de Chile entre 2019 y 2024. La cohorte incluyó un 62% de mujeres y
un 38% de hombres, con una media de edad de 55 años (rango: 38-72 años). Todos
los pacientes fueron sometidos a biopsia hepática y elastografía por
ultrasonografía, y se clasificaron según la presencia de fibrosis avanzada
(F3-F4). Las variables analizadas incluyeron la Elastografía (ultrasonografía y
Fibroscan®), el índice FIB4 y la evolución de la IgG basal a los 6 y 12 meses.
La fibrosis avanzada se definió según los resultados histopatológicos. Se
utilizó regresión logística para evaluar la asociación entre estas variables y
la presencia de fibrosis avanzada. Resultados: De los 37
pacientes, el 56.8% presentó fibrosis avanzada (F3-F4) según los resultados
histopatológicos. Además, el 78.4% de los pacientes mostró valores indicativos
de fibrosis (>7.0 kPa) en la elastografía por ultrasonografía. En el análisis
de regresión logística, la Elastografía (por ultrasonografía) mostró una
tendencia a predecir fibrosis avanzada (coeficiente = 0.1617, p-valor = 0.136),
aunque no alcanzó significancia estadística. El índice FIB4 no fue un predictor
significativo en este modelo (coeficiente = -0.0084, p-valor = 0.932). Se
observó una correlación significativa entre la reducción de los niveles de IgG a
los 6 y 12 meses y los valores iniciales de elastografía, especialmente en
pacientes con mayor grado de inflamación y necrosis en la biopsia. Los pacientes
con fibrosis avanzada y aquellos que presentaron valores elevados la
Elastografía inicial tendieron a mostrar una menor reducción en los niveles de
IgG a lo largo del tiempo. Conclusión: A pesar de que la
elastografía hepática por ultrasonografía mostró una alta tasa de detección de
fibrosis, su correlación con los hallazgos histopatológicos no fue significativa
en este estudio. Sin embargo, la evolución de los niveles de IgG a lo largo del
tratamiento mostró una correlación con los valores iniciales de elastografía y
con los hallazgos histopatológicos de inflamación y necrosis, lo que sugiere su
posible utilidad como marcador pronóstico. El modelo general basado en
Elastografía y FIB4 demostró potencial en la predicción de fibrosis avanzada en
pacientes con HAI, indicando que este método podría ser una herramienta
complementaria valiosa en la evaluación clínica. Se recomienda realizar estudios
adicionales con muestras más grandes para confirmar estos resultados y mejorar
la precisión diagnóstica de la elastografía hepática en la hepatitis
autoinmune.