PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-104
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Diego Ruedi Zalaquett1, Alex Arenas Aravena1, Gustavo Walsen Arangua1, Karina Lucero Zegers2, Karina Tenorio
Villarroel2, Patricio Ibáñez Lazo1
1Clínica Alemana – Universidad del Desarrollo, 2Clínica Alemana La Dehesa.
Introducción: La terapia biológica, bajo la Ley Ricarte Soto (LRS)
en Chile, permite el tratamiento de la colitis ulcerosa (CU) con anti-TNF como
infliximab (IFX), adalimumab (ADA) y golimumab (GOL). Se ha observado que hasta
un 30% de los pacientes no responden al tratamiento Anti-TNF y hasta el 50%
desarrollan pérdida de respuesta secundaria. Ante la limitación de acceso a
terapias avanzadas, la intensificación de la dosis se utiliza como estrategia
para lograr el control de la CU. Material y métodos: Se realizó análisis
retrospectivo de pacientes con CU tratados con anti-TNF bajo la LRS
seleccionando aquellos con terapia intensificada (TI), definida como cualquier
dosis ADA>40 mg cada 2 semanas, IFX>5mg/kg cada 8 semanas y GOL>50 mg
cada 4 semanas. Se revisaron fichas clínicas para extraer datos demográficos,
detalles del tratamiento (tipo de biológico y dosis) y estado clínico usando
mayo score (enfermedad activa vs. remisión). Se analizaron proporciones y se
aplicaron métodos estadísticos multifactoriales para evaluar asociaciones
significativas entre la intensificación de la dosis y los desenlaces clínicos.
Estudio aprobado por el comité de ética institucional. Resultados: De 94
pacientes con CU en terapia biológica bajo LRS, 49 (52%) han requerido terapia
intensificada. La mediana de edad actual fue de 37 años (RIQ 30-43,75) y edad al
diagnóstico 29 años (RIQ 21-38). Un 51% fueron mujeres. La duración de la
enfermedad fue de 8 años (RIQ 5-11) y el tiempo en terapia biológica fue de 36
meses (RIQ 12-57). El 91,7% de los pacientes eran no fumadores. En cuanto a la
clasificación clínica de Mayo, el 70,8% de los pacientes tuvo un puntaje de 0,
el 10,4% presentaba un puntaje de 4 o 5. Respecto a terapia asociada, 56.2%
utiliza 5-ASA y 19.6% azatioprina. Respecto al control endoscópico basado en
Score de Mayo, el 29,2% presentó un puntaje de 0, el 8,3% un puntaje de 1 y el
6,3% un puntaje de 2, mientras que el 56,3% no tenía datos de puntaje
endoscópico. De los pacientes optimizados, un 75% se mantiene en tratamiento y
un 25% fracasó. El 69 % requirió doble dosis y un 30% el cuádruple de la dosis
estándar, independiente del tipo de biológico (ver tabla 1). El 79.2% respondió
al primer anti-TNF intensificado, asociándose significativamente con remisión
clínica (p=0,023). Sin embargo, la intensificación de un segundo o tercer
anti-TNF tiene mayor tasa de fracaso (p =0,04). Conclusiones: Más de la mitad de
los pacientes con CU en terapia anti-TNF requiere dosis intensificadas y hasta
un tercio de ellos un cuádruple de la dosis estándar, con las implicancias de
costos y potenciales efectos secundarios. Pese a eso, un cuarto de los pacientes
fracasa con esta estrategia y falla a un segundo o tercer anti TNF no sería
recomendable. Se hace necesario disponer de alternativas terapéuticas como
ustekinumab, upadacitnib, tofacitinib u otras para este subgrupo de pacientes
que no responden a terapia intensificada.
Tabla 1:
|
2 veces |
4 veces |
ADA |
24 |
7 |
IFX |
4 |
6 |
GOL |
6 |
2 |
TOTAL |
34 (69%) |
15 (30%) |