PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-100
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Felipe Silva Peña1, Gonzalo Latorre Selvat1, Alberto Espino Espino1, Javiera Torres Montes1, Juan Carlos Roa
Strauch1, Arnoldo Riquelme Pérez1, María Constanza Camargo2
1Pontificia Universidad Católica de Chile, 2National Cancer Institute.
Introducción: El cáncer gástrico (CG) representa un desafío para la
salud pública en Latinoamérica, siendo una de las principales causas de muertes
por cáncer en la región. La estrecha brecha descrita en Latinoamérica entre la
incidencia y mortalidad por CG, tiene relación con el diagnóstico de esta
enfermedad en estadios tardíos. La detección temprana del CG y la vigilancia de
condiciones premalignas gástricas (CPMG) podrían ayudar a reducir la mortalidad.
Sin embargo, existe escasa información en nuestra región sobre la prevalencia de
CPMG y las capacidades de las unidades de endoscopía para enfrentar este
desafío. Objetivo: Realizar una encuesta a múltiples unidades de endoscopía en
Latinoamérica para determinar la prevalencia de condiciones preneoplásicas
gástricas y evaluar las capacidades endoscópicas disponibles para detectar y
tratar el CG incipiente en la región. Métodos: Estudio observacional transversal
a través de una encuesta (plataforma Redcap) de datos agregados aplicada a
unidades de endoscopía sobre los recursos disponibles y los procedimientos
realizados entre el 1 de agosto y el 30 de noviembre del 2019, previo al inicio
de la pandemia COVID-19. Como centro piloto, se aplicó la encuesta en la unidad
de endoscopía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La encuesta
incluye los siguientes dominios: 1) Características del centro asistencial; 2)
Características y capacidades de la unidad de endoscopía; 3) Datos agregados de
los procedimientos de detección y manejo de CPMG y CG incipiente; 4) Recursos
disponibles; 5) Definición del grupo de investigación por centro. (ID Comité de
Ética: 231103006). Resultados: En el periodo del estudio se realizaron 3.796
endoscopías de vías digestivas altas y 1.837 colonoscopías en adultos mayores de
18 años en el centro piloto de Chile. La unidad analizada contó 9 box de
endoscopías (distribuidas en 3 centros en Santiago), 27 endoscopios, 18
colonoscopios, y dispone de 30 endoscopistas activos (incluyendo 6 mujeres). El
37% de los pacientes que asistieron a una colonoscopía se realizaron una
endoscopía (cotesting). El 30% mostró infección activa por H. pylori,
principalmente diagnosticado por test de ureasa. Se obtuvieron biopsias
gástricas en el 30% de las endoscopías, y 15% de estas fueron protocolizadas de
acuerdo a Sydney. El 9% de los pacientes con biopsias presentó un estadío de
alta riesgo III-IV de OLGA (Operative Link for Gastritis Assessment). Durante
los tres meses de estudio, se diagnosticaron 7 casos de displasias gástricas
(incluyendo 2 de alto grado) y 14 adenocarcinomas (0,18%), 43% (n=6)
incipientes. Conclusión: En el centro piloto de Chile, se observó una elevada
prevalencia de CPMG de alto riesgo, con una baja tasa de detección de CG en las
endoscopías realizadas. Estos datos sugieren la necesidad de focalizar los
recursos endoscópicos en pacientes de mayor riesgo y en vigilancia de CPMG. La
aplicación al centro piloto permitirá refinar la encuesta para aplicación en
múltiples centros Latinoamericanos. Los resultados conjuntos de la encuesta
servirán de guía para la planeación de servicios y la formulación de políticas
de salud pública que permitan el control del CG en la región.