PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-097
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Felipe Andrés Fuentes Velasco1, Christiane Mariechen
Mies Jander1, Sofia Barros Correia Mendes1, Christian Ignacio Von Mühlenbrock Pinto2, Rodrigo Enrique Quera Pino2, Tatiana Vujcic Villarroel2, Nicole
Pacheco Herrera2
1Universidad de los Andes, 2Clínica Universidad de los Andes.
Introducción: El sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado
(SBI) es una condición caracterizada por una colonización excesiva de bacterias
y archeas fermentadoras de carbohidratos en el intestino delgado, usualmente de
origen colónico. La estasis intestinal y una alteración en la fase III del
complejo motor migratorio podrían ser posibles causas, facilitando el
crecimiento bacteriano, entre otros. Su diagnóstico se realiza con el Test de
Aire espirado (TAE) lactulosa o glucosa, a través de la medición de curva de
hidrogeno (> 20 ppm sobre el basal) y metano elevadas (> 10 ppm). Se ha
asociado la producción de metano a constipación y de hidrógeno con hinchazón y
diarrea, sin embargo, no está muy esclarecida la asociación entre una curva
plana de hidrógeno y de metano con los síntomas del paciente. Objetivo:
determinar si existe relación entre una curva plana de Hidrogeno y metano en el
TAE lactulosa, con historia de constipación en el periodo en que se realiza el
examen, en población local que es derivada para estudio de SBI. Metodología:
estudio observacional retrospectivo de cohorte de 30 pacientes, desde septiembre
2023 hasta agosto 2024, a los cuales se les realizó TAE lactulosa, con técnica
estandarizada equipo Quintron®, determinando como curvas planas a hidrógeno
menor a 20 ppm y metano menor a 10 ppm durante los 180 minutos de estudio. Se
estudiaron entrevistaron pacientes con encuesta sintomática y se revisó
historial clínico. Se excluyeron pacientes con uso de antibióticos recientes,
gastroparesia, uso de laxantes o aquellos que no contaban con registros clínicos
en nuestro centro. Resultados: se incluyeron 30 pacientes, edad mediana 41.1
años (rango 17-82 años). De estos, 8/30 pacientes (26.7%) referían constipación
en su historia y en el periodo que fue realizado el examen, 20/30 pacientes
(66.7%) no presentaba constipación y 2/30 pacientes (6.7%) tenían tránsito
indeterminado. Conclusión: una curva plana de hidrogeno-metano en el TEA
lactulosa se asocia a mayor frecuencia de constipación con respecto a población
derivada por sospecha de SBI con flora productora de hidrógeno y/o metano.
Dentro de las posibles causas están un tránsito orocecal enlentecido o consumo
de hidrogeno por flora productora de sulfuro de hidrógeno, no medido por
técnicas actuales. Se requiere un mayor número de pacientes para poder
complementar estos hallazgos preliminares.