PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-065
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Sara Maquilon Tamayo1, Francisca Martínez
Venezian1, Gonzalo Latorre Selvat1, Pilar Alvarado Vázquez1, Josefina Dávila Wenk1, Javiera Torres
Monte1, Felipe Silva Peña1, Gabriela Bofil Brito1, Javier Uribe
Monasterio1, José Ignacio Vargas Domínguez1, Arnoldo Riquelme Pérez1, Alberto Espino Espino1
1Pontificia Universidad Católica de Chile.
Introducción: La gastritis autoinmune (AIG) se caracteriza por la
destrucción autoinmunitaria de células parietales gástricas, derivando a la
deficiencia de fierro y vitamina B12 principalmente. Está asociada a diversas
comorbilidades autoinmunes, y complicaciones como tumores neuroendocrinos (TNE)
y adenocarcinoma gástrico. A pesar de su importancia clínica, la caracterización
clínica e histológica es limitada en la literatura nacional existente.
Objetivos: Caracterizar a pacientes con AIG, evaluando clínica, histopatología,
síntomas asociados y comorbilidades autoinmunes. Métodos: Estudio observacional
retrospectivo en pacientes con AIG entre el 2014 y 2024. Se definieron como
criterios diagnósticos la presencia de anticuerpos anti-células parietales (ACP)
y/o anti-factor intrínseco (AFI), asociado a biopsia gástrica con atrofia
corporal predominante. Se realizó una revisión histopatológica detallada
recolección de datos clínicos, incluyendo síntomas, comorbilidades, niveles de
vitamina B12, hierro, ferritina y gastrina. Mediante una regresión logística, se
construyó una regla predictiva, comparada mediante curvas ROC, basada en niveles
de gastrina y presencia de TNE. Resultados: Se incluyeron 132 pacientes, siendo
el 81% (n=108) mujeres, con una media de edad al diagnóstico de 55 años (rango:
24-83 años). Los síntomas predominantes fueron dolor abdominal (30.3% (n=40)),
dispepsia (19.7% (n=26)), síntomas de reflujo (18.9% (n=25)), baja de peso (6%
(n=8)), y síntomas neurológicos 12% (n=16). Un 55% (n=73) presentó al menos una
comorbilidad autoinmune. El 35.6% (n=47) tenía deficiencia de vitamina B12,
definida por un valor <200 pg/mL. El 30.3% (n=40) presentó repercusión
clínica al diagnóstico, principalmente anemia ferropriva (16.7% (n=22)) y anemia
perniciosa (10.6% (n=14)). Se observaron anticuerpos ACP positivos en el 90.2%
(n=119) y AFI en el 15.9% (n=21). Se obtuvieron niveles de gastrina en 62
pacientes con una media de 683 pg/mL (IC95%: 553-843). A nivel histopatológico,
se observó atrofia de las glándulas oxínticas en el 87.9% (n=116), con
metaplasia intestinal corporal en el 53% (n=70) y una mediana de OLGA de II (IQR
2-2). La coinfección activa por Helicobacter pylori se observó en el 21.2%
(n=28). Un 6% desarrollaron TNE (n=8), siendo un 62.5% (n=5) al momento del
diagnóstico y un 37.5% (n=3) en el seguimiento. Se definió un valor de corte de
gastrina de 450 pg/mL para los TNE con una sensibilidad y especificidad de 100%
y 55% respectivamente (Figura 1). Durante el seguimiento endoscópico, no se
observaron casos de displasia epitelial de alto grado o
adenocarcinoma. Conclusiones: La AIG se presenta preferentemente en mujeres y se
asocia con una alta prevalencia de comorbilidades autoinmunes. Las
manifestaciones clínicas más comunes fueron dispepsia y dolor abdominal, siendo
la anemia ferropriva y deficiencia de B12 una de sus principales complicaciones.
Si bien el hallazgo de TNE fue frecuente, no se observaron casos de displasia
epitelial de alto grado o adenocarcinoma, lo cual sugiere que estos requieren
una vigilancia endoscópica menos estricta, respecto a otras etiologías de
gastritis crónica atrófica. Sin embargo, valores séricos elevados de gastrina
podrían requerir una mayor vigilancia.