PDF | DOI: 10.46613/congastro2024-050
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Renato Francisco Palma Fernández1, José Miguel
González Torres1, Juan Carlos Roa Strauch1, Paula Javiera Torres Montes1, Antonio Espino Espino1
1Pontificia Universidad Católica de Chile.
Introducción: El aumento en el diagnóstico de Esófago de Barrett
(EB) en nuestro medio junto con el alza sostenida en la incidencia de
adenocarcinoma esofágico (ACE) en occidente han llevado a la búsqueda de nuevas
estrategias para la identificación precoz de grupos de mayor riesgo clínico. En
este contexto, la evaluación y detección de p53 aberrante por inmunohistoquímica
(p53-IHQ) en biopsias esofágicas ha demostrado asociarse a mayor riesgo de
progresión entre los distintos estadios de displasia y mayor progresión a ACE.
Objetivos: Evaluar la expresión aberrante de p53-IHQ en biopsias de pacientes
con esófago de Barret al momento del diagnóstico histológico. Comparar las
características clínicas, endoscópicas e histológicas entre los pacientes
diagnosticados con displasia en cualquiera de sus grados (EB-D) y aquellos con
EB sin displasia (EB-ND). Métodos: Estudio observacional, de cohorte
prospectiva, centro único, en pacientes con sospecha endoscópica y confirmación
histológica de EB, evaluados con técnica de inmunohistoquímica para determinar
la expresión aberrante de p53. Se incluyeron pacientes evaluados en la red salud
UC Christus (Santiago, Chile), entre enero 2023 y julio 2024. Se incluyeron
datos demográficos, clínicos, endoscópicos e histológicos. Se excluyeron
pacientes sin seguimiento en centros de la Red UC Christus, biopsias no
concluyentes de EB, antecedentes de EB sometidos a terapia de erradicación
previa, menores de 18 años y sin disponibilidad de acceso a datos
clínico-epidemiológicos. Resultados: Se analizaron 28 casos. El promedio de edad
fue 59,1 años, predominando el sexo masculino (60,7%). El IMC promedio fue 30,2
kg/m2. Un 25% presentaba antecedente de tabaquismo y el 10,7% un consumo
excesivo de alcohol. Un 71,4% presentó uso de Inhibidor de bomba de protones
(IBP) por al menos un año antes del diagnóstico. La representación de casos de
EB-D y EB-ND fue del 29,6 y 71,4 %, respectivamente. Endoscópicamente, un 71,4%
presentó un EB mayor a 3 cm. Una lesión endoscópicamente visible (LEV) se
presentó en un 21.4%. La expresión aberrante de p53 se registró en un 37,5% en
el grupo con EB-D; mientras que en el grupo EB-ND fue del 5% (p < 0.05). La
población de pacientes con EB y expresión aberrante de p53-IHQ fue
significativamente más joven que los pacientes con expresión wild-type (p
<0.05). Conclusiones: La expresión aberrante de p53-IHQ fue
significativamente más frecuente en pacientes con EB-D versus aquellos con EB-ND
al momento del diagnóstico; sin embargo, en ausencia de displasia aún existe un
5% de aberrancia p53. Los pacientes que expresaron p53-IHQ aberrante fueron
significativamente más jóvenes. Lo anterior, sumado a las características
clínico-imagenológicos, deberían promover estrategias que incorporen este
biomarcador para optimizar el seguimiento y tratamiento en pacientes con EB,
considerando su aplicabilidad desde estadios precoces de la enfermedad
incluyendo a la población más joven menor de 50 años.