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GUÍAS PRÁCTICAS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE GASTROENTEROLOGÍA: HELICOBACTER PYLORI EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO - R. H. Hunt et al. Guías Clínicas 168 a través de las vía fecal-oral u oral-oral. Especial-mente en el mundo en desarrollo, es posible que los reservorios ambientales incluyan también fuentes contaminantes híbridas. Si bien la difusión iatrogénica a través de endoscopios contaminados ha sido docu-mentada, es posible evitarla si se hace una limpieza correcta de los equipos. En los niños la prevalencia de infección por Hp varía entre 10-80% en diferentes poblaciones a nivel mundial. Para los 10 años de edad, más de 50% de los niños del mundo están infectados. Por lo tanto, la identifica-ción de los mecanismos de transmisión en ese grupo etario es de fundamental importancia. Factores de riesgo conocidos: • Bajo nivel socioeconómico. • Condiciones de hacinamiento. • Colecho - varios niños que duerman en la misma cama. • Familias con muchos hermanos. • Agua no limpia. • Etnia. • Presencia de la infección en algún miembro de la familia. 3.4. Riesgo de Patología Maligna y Benigna Hay diferencias substanciales en el riesgo de cán-cer gástrico entre los países. En China y Japón por ejemplo, el riesgo de cáncer gástrico es mucho más alto que en el Reino Unido o en EEUU. En África, por otro lado, la expectativa de vida es baja y la gente no vive el tiempo suficiente como para desarrollar un cáncer gástrico. La incidencia de la enfermedad relacionada con los AINES es más alta en los países occidentales, pero la incidencia de úlcera relacionada con H. pylori es muy baja. Se necesita más investigación para comprender los factores de riesgo –por ejemplo en Malasia, de los tres grupos étnicos que componen la población, los chinos son los que tienen mayor riesgo de desa-rrollar cáncer gástrico comparado con la población india y malaya. Se ignora aún la causa de esta dife-rencia. El enigma africano –muy baja incidencia de cáncer gástrico– puede estar más relacionado con la baja expectativa de vida (40 años de promedio en muchas partes de África Subsahariana) que con el posible efecto protector adjudicado a la infección por Hp. Estudios de investigación recientes en África sugieren que el enigma africano no es solamente resultado de factores de virulencia bacteriana sino que pueden estar incidiendo factores específicos de los huéspedes como la dieta y la etnia. 4. Diagnóstico de Hp Puntos Clave • La Prueba de Aliento con Urea (UBT) es la reco-mendada para diagnosticar Hp antes del tratamien-to. • La serología es menos exacta y no identifica infec-ción activa. Sin embargo, en países en desarrollo donde la prevalencia es alta, la serología es un predictor confiable de infección. • UBT es la prueba preferida para confirmar la erra-dicación. • No debería realizarse UBT durante las 2 semanas siguientes al tratamiento con IBP y dentro de las 4 semanas de tratamiento antibiótico. • Las pruebas de antígenos fecales no son utilizadas con frecuencia a pesar de su alta sensibilidad y especificidad; deberían tener un lugar más promi-nente, ya que son baratas y no invasivas. • Las pruebas con tiras de papel no son utilizadas con frecuencia. Los resultados son malos y no pueden ser equiparados a la serología con ELISA. • Las pruebas de aliento sólo identifican una “huella digital” y no una infección activa. 4.1. Introducción ¿Cuáles son las principales herramientas diagnós-ticas para identificar Hp? ¿Cómo es la relación costo-efectividad que tienen en situaciones de bajos recur-sos? ¿Cuál sería una cascada aceptable de opciones para alcanzar fines diagnósticos igualmente amplios? Las pruebas diagnósticas para Helicobacter pylori habitualmente se dividen en pruebas basadas en la endoscopía y pruebas que no requieren dicha técnica. Las técnicas pueden ser directas: cultivo, demostra-ción microscópica del microorganismo, o indirectas: utilizando ureasa o la respuesta a los anticuerpos como indicador de la enfermedad. La elección de la prueba depende de asuntos tales como costos, dispo-nibilidad, situación clínica, prevalencia de la infección en la población, probabilidad de la infección previa a la prueba, y factores tales como el uso de inhibidores de la bomba de protones y antibióticos, que pueden influir en los resultados del análisis. Las pruebas serológicas (sensibilidad 92%, especi-ficidad 83%) no dan tan buenos resultados como las pruebas respiratorias (sensibilidad 95%, especificidad 96%) y las pruebas de antígenos fecales (sensibilidad 95%, especificidad 94%). El valor predictivo positivo resultante más bajo (64% vs 88% u 84%, respectiva-mente) plantea la inquietud sobre el uso innecesario de antibióticos cuando se utilizan pruebas serológicas. Sin embargo, esta es una visión tradicional en los países occidentales y no es totalmente cierta en países con una prevalencia alta de Hp. En un área de baja prevalencia, la serología no da Gastroenterol. latinoam 2010; Vol 21, Nº 2: 165-181


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