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Guías Clínicas 35 Guía de hepa titis c - M. Umar et al. • Los usuarios de drogas inyectables deberían recibir asesoramiento en cuanto al riesgo de transmisión del VHC e inyectarse de manera segura si pretenden continuar con el consumo. • Los vómitos y otras secreciones corporales de un paciente infectado con VHC deben ser eliminados con desinfectante, por ejemplo, polvo blanqueador y solución de glutaraldehído. • El riesgo de transmisión sexual de VHC es bajo. No se recomienda que las parejas sexuales adopten precauciones de barrera como estrategia de reducción de riesgo. • La transmisión de VHC es baja a través de la leche materna, por lo que no se debe interrumpir la lactancia. • Los contactos hogareños y el contacto físico no se reconocen como factores de riesgo para la transmisión de VHC, por lo que una persona infectada con VHC no debería verse impedida de ninguna actividad de la vida normal. Prevención en la comunidad y en dependencias sanitarias: • Todos los donantes de sangre deben ser estudiados para descartar anticuerpos de hepatitis C y/o ARN de VHC. • En dependencias sanitarias es esencial cumplir con las precauciones universales para control de infecciones. Esto debe incluir el uso de materiales descartables o adecuadamente esterilizados cuando se realizan procedimientos invasivos, y una limpieza y esterilización adecuada de los instrumentos. • Es importante educar a quienes realizan tatuajes, barberos, podólogos/manicuras, y profesionales de terapias tradicionales o alternativas, sobre las maneras de reducir a un mínimo la contaminación con sangre. Esto comprende las técnicas de esterilización para procedimientos que involucran penetración cutánea o soluciones de continuidad en la superficie mucosa. • Como la transmisión de VHC vinculado al consumo de drogas inyectables es una tendencia creciente, es importante realizar campañas educativas que destaquen el daño del consumo de drogas, especialmente entre los escolares. También se debe implementar programas de reducción de daño, tales como programas de agujas/jeringas. • Toda persona que haya sido sometida a tratamiento quirúrgico u odontológico tiene un mayor riesgo de haber contraído VHC y se le debería ofrecer análisis • Los individuos con antecedentes de transfusión sanguínea tienen un mayor riesgo de infección por VHC y se les debería ofrecer análisis. • Los pacientes con HCC deberían vacunarse contra la hepatitis B después de su tamizaje. • Debe desaconsejarse el uso de inyecciones por profesionales de la salud y en medicinas alternativas; de ser necesario, sólo se debe utilizar jeringas descartables. • Se debería elaborar un protocolo apropiado para las lesiones por pinchazo de aguja y se lo debe seguir en todos los hospitales, (públicos y privados), tal como recomiendan los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC). • Todas las lesiones cutáneas en las manos de los trabajadores de la salud deben cubrirse con vendajes impermeables, y de ser posible doble guante con un indicador de sangre en el guante. • Los trabajadores de la salud deben vacunarse contra el VHB. 4. Diagnóstico y tamizaje La infección con VHC se diagnostica por la presencia de anticuerpos específicos utilizando un inmunoensayo ligado a enzimas (ELISA). La presencia de anticuerpo VHC muestra que una persona ha estado infectada con el virus VHC, pero no indica si la infección es aguda, crónica, o si ya se ha resuelto. Los anticuerpos tal vez no sean detectables durante las primeras semanas luego de la infección inicial debido al “período de ventana” o si el paciente esta inmunocomprometido. En contraste con la infección aguda del virus de hepatitis A y hepatitis B, cuyo diagnóstico se basa en los anticuerpos contra la inmunoglobulina M (IgM), no hay ningún marcador serológico para la infección aguda por VHC. Las pruebas de tamizaje para la infección crónica por VHC son el inmunoensayo enzimático (EIA) o el inmunoensayo por quimioluminiscencia (CIA) para anti-VHC y verificación mediante un ensayo adicional más específico, por ejemplo, pruebas de ácido nucleico para el ARN de VHC. El diagnóstico de la hepatitis C aguda se basa en: • Elevación marcada de alaninoaminotransferasa (ALT; más de × 10 sobre el valor normal de laboratorio). • Con o sin ictericia. • ARN de VHC detectable en suero. • Seguido de seroconversión anti-VHC semanas más tarde. Si se puede detectar tanto anti-VHC y ARN de VHC desde el principio puede llegar a ser difícil hacer el diagnóstico diferencial entre la infección aguda y crónica por VHC con un empuje de ALT (Tabla 4). La pesquisa se recomienda para grupos en riesgo o en determinadas franjas etarias, los factores de riesgo varían de un país a otro, al igual que el riesgo de infección por VHC en los diferentes grupos. Si no Gastroenterol. latinoam 2015; Vol 26, Nº 1: 30-51


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