Antiagregantes y anticoagulantes: manejo en el contexto de hemorragia digestiva

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Gastroenterol. latinoam 2013; Vol 24, Supl. Nº 1: S 48-S 51
Autores:

 Adolfo Parra-Blanco

Management of antiaggregants and anticoagulants in gastrointestinal bleeding

Currently the administration of antiplatelet and/or anticoagulant drugs for prophylaxis of thromboembolic events is frequent; thus increasing the risk of gastrointestinal bleeding. Approximately 10% of patients with gastrointestinal bleeding are on anticoagulation therapy. It is necessary to consider the indication for anticoagulation/antiplatelet therapy in patients with gastrointestinal bleeding, to decide on the importance of early reintroduction of such drugs, seeking a balance between the risk of recurrent bleeding and thromboembolic complications. Generally, in patients with gastrointestinal bleeding in anticoagulant therapy it is considered appropriate to make a quick correction of anticoagulation with intravenous vitamin K and fresh frozen plasma, prothrombin complex or recombinant factor VII, depending on the severity of the hemorrhage. The latter is considered only in life-threatening cases, where other methods have failed. The reduction of the internacional normalized ratio (INR) to 1.5 should be enough to control bleeding, and even with values < 2.5 there are no differences in bleeding control. Patients receiving aspirin should reintroduce it early. In patients with coronary stents placed uncoated < 1 month of the bleeding episode, or drug-eluting stents placed within < 1 year, no antiplatelet therapy should be withdrawn, and never without first consulting a cardiologist. Regardless of the value of INR, in most patients a lesion responsible for bleeding is identified at the time of endoscopy (often, this is a peptic lesion), therefore endoscopy should be performed even in patients with very high INR. [/su_tab] [su_tab title=Resumen] Actualmente, es frecuente la administración de fármacos antiagregantes y/o anticoagulantes para profilaxis de fenómenos tromboembólicos; con ello aumenta el riesgo de hemorragia digestiva. Aproximadamente 10% de los pacientes con hemorragia digestiva está en tratamiento anticoagulante. Es necesario considerar la indicación de la anticoagulación/ antiagregación en los pacientes con hemorragia digestiva, para poder decidir sobre la importancia de la reintroducción precoz de dichos fármacos, buscando un balance entre el riesgo de recidiva hemorrágica y de complicaciones tromboembólicas. En general, en los pacientes con hemorragia digestiva en terapia anticoagulante, se considera adecuado realizar una corrección rápida de la anticoagulación, con vitamina K endovenosa y plasma fresco congelado, complejo protrombínico, o factor VII recombinante, dependiendo de la gravedad de la hemorragia. El último se considerará sólo en casos de riesgo vital en que los otros métodos hayan fallado. La reducción del internacional normalized ratio (INR) hasta 1,5 debe ser suficiente para poder controlar la hemorragia, e incluso en valores < 2,5 no se observan diferencias en el control hemorrágico. Los pacientes que reciben aspirina deben reintroducirla precozmente; en pacientes con stents coronarios no recubiertos, colocados < 1 mes del episodio hemorrágico, o en stents liberadores de fármacos, colocados en un plazo de < 1 año, no debería retirarse la antiagregación, y en cualquier forma nunca sin antes consultar a un cardiólogo. Independientemente del valor de INR, en la mayoría de los pacientes se identifica en la endoscopia una lesión responsable del sangrado (con frecuencia se trata de una lesión péptica); por ello, no debe desestimarse la realización de una endoscopia incluso en pacientes con INR muy elevados. [/su_tab][/su_tabs]


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